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La unión política y monetaria será la base de una futura Europa federal

El Pleno del Parlamento Europeo aprobó ayer en Estrasburgo un proyecto para dotar a la CE de una verdadera Constitución, que dé cabida a la unión política y monetaria. La Eurocámara reclama el mandato de los Doce para convertirse en la asamblea constituyente de una futura Europa, a la vez federal y confederada.

El objetivo "es un diseño constitucional nuevo y no reformas parciales", señaló Emilio Colombo, autor del informe aprobado, que forma parte de un paquete de cuatro propuestas para aumentar los poderes de la CE.Entre los otros tres proyectos, el del ex presidente francés Valery Giscard d'Estaing define el principio de subsidariedad como motor de impulsión de las nuevas competencias de la Comunidad Europea. El criterio de eficacia será la frontera para establecer políticas comunes o mantener la soberanía nacional, a pesar de que Giscard hace una lectura muy restrictiva, acorde con la voluntad de avanzar paso a paso que sostiene la mayoría de los Gobiernos de los Doce.

El informe del laborista británico David Martin reclama la extensión de competencias comunitarias como principal objetivo de las dos conferencias intergubernamentales que, a partir del próximo 13 de diciembre, comenzarán a debatir las reformas necesarias para llevar a cabo la unión política y monetaria. Martin pide para la CE el poder de decisión en materia de medio ambiente y política social (incluidas las leyes sobre inmigrantes), cotos en los que los Gobiernos son muy celosos. Por último, el pleno aprobó la propuesta del constitucionalista francés Maurice Duverger de establecer un método de asociación entre el Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales. El 50% de las medidas que se adoptan en los Estados miembros provienen de decisiones aprobadas en la Comunidad y ese porcentaje se eleva al 80% en el campo de la economía. Sin embargo, sólo un 10% de estas medidas están sometidas al control parlamentario a través de textos de ley.

Consenso tripartito

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Lo que ayer aprobó el parlamento fue un ejercicio de alquimia, producto del consenso entre socialistas, democristianos y liberales, los tres grandes grupos políticos. Los cuatro proyectos aprobados tienen un alcance muy distinto y, en ocasiones, contradictorio. Todos coinciden en las aspiraciones, porque "sin la unidad europea somos vulnerables a los nacionalismos más mezquinos", como señaló el eurodiputado popular Marcelino Oreja, y porque "los cuatro informes aportan propuestas muy interesantes para el diseño de Europa", en opinión del socialista Luis Planas.

"La idea de un Parlamento constituyente planteada por Colombo es aceptada por todos, pero éste no es el momento ni el proceso adecuado", señaló Jean Pierre Cot, portavoz del Grupo Socialista. "Es la utopía", señalaron otros eurodiputados. El modelo que proponen los Gobiernos es caminar despacio hacia la "Europa de finalidad federal".

El vicepresidente de la Comisión Europea, Martin Bangemann, recordó a los eurodiputados que la última fase de la unión económica y monetaria "es aún un objetivo alejado, al igual que la unión política". Giscard, más acorde al sentir de los Gobiernos, pone un listón mucho más bajo que Colombo o Martin. Giscard plantea reservar en exclusiva a los Estados la política de inmigración, gran parte de la política económica y fiscal, la educación, la libertad de prensa, el derecho civil y penal, la justicia, seguridad y orden público.

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