La OTAN propone al Pacto de Varsovia ser socios y no enemigos

Viene de la primera páginaEl mensaje de cooperación con la Unión Soviética será transmitido oficialmente por el secretario general de la Alianza Atlántica, Manfred Woerner, que viajará a Moscú el próximo 14 de julio.

Woerner comunicará también los acuerdos de continuar el proceso de desarme convencional después del acuerdo de Viena y de negociar la reducción de armas nucleares de corto alcance instaladas en Europa.

Las negociaciones se continuarán de bloque a bloque, porque, de momento, la OTAN -en contra de la opinión de Francia- necesita el alter ego del Pacto de Varsovia, aunque sea artificial, para controlar los procesos de desarme y las medidas de confianza mutua, pero también para reafirmar su existencia cuando el otro bloque se está desmoronando.

La Alianza Atlántica está dispuesta a revisar su doctrina de respuesta flexible para abandonar el concepto de uso inmediato de la bomba atómica y considerar su empleo como último recurso, una vez que "la retirada total de las fuerzas soviéticas en Europa permita a los aliados afectados (todos menos Francia) depender menos de las armas nucleares". El canciller de la RFA, Helmut Kohl, señaló que "el análisis del riesgo es más favorable que nunca para nosotros y podemos cambiar nuestra estrategia".

"Lo más importante de la Declaración de Londres es la decisión sobre la CSCE", afirmó el presidente francés, François Mitterrand, porque "corresponde al deseo de Gorbachov de ver reanudarse el diálogo". Según Felipe González, se trata de la confirmación de "una política de reformas que encuentra una respuesta adecuada".

Apoyo a la CSCE

La OTAN confirma su apoyo a la reunión que se celebrará en París el 19 de noviembre, de la que deberá salir una estructura institucional aceptada por los 35 países signatarios del Acta Final de Helsinki.

El objetivo es que la CSCE se convierta en foro de "un diálogo político más amplio en el seno de una Europa unida". El proyecto de Bush se ha convertido en recomendaciones sobre su futura estructura, en la que sobresale un programa de consultas a nivel de jefes de Estado y de Gobierno o al de ministros". Las reuniones a 35 se celebrarán al menos una vez al año, y habrá una conferencia balance cada dos años.

La CSCE deberá contar además con una minisecretaría, un mecanismo de control de las elecciones en todos los países miembros, un centro de prevención de conflictos y un órgano parlamentario sobre el modelo de la actual Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, integrada por representantes de los Parlamentos nacionales.

Declaración de no agresión

La declaración de no agresión a firmar con el Pacto de Varsovia será extendida al resto de países miembros de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa.

La OTAN, en opinión de los aliados, continuará siendo la pieza maestra de la seguridad y estabilidad en Europa, pero las misiones de enlace ofrecidas a la URSS y sus actuales aliados desbordará el cauce diplomático para abarcar "la intensificación de contactos entre los mandos militares".

De esta cumbre, la Alianza Atlántica sale renovada, pero ahora "comienza una transformación mayor", en opinión de Woerner.

"La estructura militar y la estrategia de la OTAN se modificarán sustancialmente", afirma el comunicado final. La futura naturaleza, más política, de la organización será objeto de debate en una próxima cumbre a celebrar cuando el Consejo Atlántico termine el informe que le ha sido encargado.

El alcance de los cambios dependerá de las transformaciones en el Este, pero la Unión Soviética sale de esta cumbre con la oferta de asociarse a Occidente, con el reconocimiento de sus "intereses legítimos de seguridad" y con el compromiso de que la reducción del ejército alemán será asumida dentro del acuerdo de desarme convencional que se negocia en Viena.

Como sentenció Bush, "la guerra fría ha terminado".