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Gustavo Gutiérrez afirma estar más preocupado por los asesinatos de jesuitas que por la involución eclesial

Francesc Valls

El peruano Gustavo Gutiérrez, padre de la teología de la liberación, manifestó ayer que estaba más afectado por el asesinato de los seis jesuitas de El Salvador, en noviembre del año pasado, que por la involución que, a juicio de los sectores eclesiásticos progresistas, vive la Iglesia católica en la actualidad. El teólogo peruano se encuentra en Madrid, donde hoy pronunciará una conferencia dentro de los cursos de verano que la Universidad Complutense organiza en El Escorial.

Gustavo Gutiérrez se mostró, como es habitual en él, muy cauto en sus declaraciones sobre la situación intraeclesial. El padre de la teología de la liberación vivió hace unos años un intento de condena por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe de la que es prefecto el cardenal Joseph Ratzinger. Quizás por ello rehuyó ayer las preguntas sobre el documento Sobre la vocación eclesial del teólogo, que el pasado 26 de junio fue presentado en Roma por Ratzinger, y en el que se afirma que la Iglesia no viola los derechos humanos cuando impone sanciones a los teólogos.El sacerdote peruano dijo que no había tenido tiempo de leer el documento. "Nos parece muy importante el diálogo magisterio y teólogos, sobre el que existe un documento de los obispos estadounidenses", agregó. "Hay posiciones encontradas en la Iglesia, que siempre existieron", destacó Gutiérrez, quien se mostró mucho más interesado en hablar de la situación en América Latina que de temas intraeclesiales. "El asesinato de los jesuitas en El Salvador expresa mucho más

[que la preocupación por la involución] la situación en América Latina, donde con ciertas actitudes y compromisos nos estamos jugando la vida", dijo.

El teólogo de la liberación tuvo palabras de recuerdo para Ignacio Ellacuría -rector de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, asesinado por el ejército salvadoreño- y para el que fuera arzobispo de San Salvador Óscar Arnulfo Romero, víctima de los escuadrones de la muerte en marzo de 1980. "Si las palabras no tuvieran valor no les hubieran asesinado", destacó, al tiempo que negaba vinculación entre marxismo y teología de la liberación. "Esa", dijo al ironizando, "fue una aportación teológica de la revista Time; los teólogos de la liberación no son marxistas, pero usan ese tipo de análisis, como lo hacen como otros, para conocer las causas de la pobreza". "Creo que la Iglesia, tomada como el conjunto de los cristianos, no puede anunciar el Evangelio sino es con los últimos, con los pobres, con los oprimidos", matizó.

Bartolomé de las Casas

Gustavo Gutiérrez, que hoy pronunciará una conferencia sobre El hombre ante la trascendencia en la praxis en el curso que dirige Olegario González de Cardedal, calificó la teología de instrumento para entender a las clases populares.

El teólogo que dirige el Instituto Bartolomé de las Casas de Lima, se mostró reacio a llamar teólogo de la liberación al misionero dominico. "Bartolomé de las Casas no aplicó en América la teología que había aprendido en Salamanca, sino que partió de la práctica misionera", destacó.

Gutiérrez, que destacó la aportación de las Casas, se mostró critico con la celebración del V Centenario del Descubrimiento de América. "Nosotros decimos sólo quinte centenario, no decimos de qué; algunos hablan de descubrimiento, otros de encuentro, otros de encontronazo y también de invasión; es difícil decir quinto centenario de qué", dijo Gutiérrez, para agregar que 1992 es una buena oportunidad de hacer un balance de los últimos cinco siglos en América Latina.

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