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Sentenciado a nueve años de cárcel por abusar sexualmente de sus hijas

La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a Eugenlo Díaz García a penas que suman nueve años de prisión por un delito de estupro y otro de abusos sexuales cometidos con dos de sus hijas menores de edad.La sentencia considera probado que antes de abril de 1989 Eugenio Díaz, "estando desnudo en su cama, llamó a su hija Amparo, con la que yació y ejerció coacción moral para realizar el coito, como resultado del cual la niña perdió su virginidad". Por este delito, Eugenio Díaz ha sido condenado a cinco años de prisión, sin que se haya probado si volvió a mantener nuevas relaciones sexuales con su hija.

El resto de la condena le ha sido impuesta por un delito de abusos deshonestos cometido en la persona de otra de sus hijas, Francisca, de 12 años, con quien practicó el coito bucal mientras viajaban en una furgoneta.

Exhibicionismo

El acusado ha sido condenado a indemnizar con un millón de pesetas a su hija Amparo en compensación por los daños que le ocasionó. La Audiencia malagueña ha absuelto al acusado de otros dos presuntos delitos de violación, al tiempo que ha eximido a su cuñado, Rafael Fernández, acusado en el mismo sumario de un delito de exhibicionismo.El delito cometido por Eugenio Díaz había sido denunciado por su hija Francisca a través de una carta remitida a la asociación Pro Derechos del Niño (Prodeni), en la que afirmaba que su padre la había violado al menos en tres ocasiones.

En el texto, la niña expresaba su temor a que fuera introducida en el tráfico de drogas y aseguraba que su padre se excusaba de sus actos sexuales, afirmando que no quería mantener relaciones con una prostituta por miedo a contraer el sida. La carta fue remitida por Francisca a través de una tercera persona en abril de 1989.

Zona deprimida

En el juicio, celebrado a puerta cerrada, el fiscal había solicitado para el inculpado penas que sumaban 49 años de prisión. Eugenio Díaz habitaba una vivienda junto a sus cuatro hijos, tres niñas y un niño, y su mujer en la barriada malagueña de La Palmilla, una de las zonas más deprimidas de la ciudad. Una vez denunciados los hechos fue detenido e ingresado en la prisión provincial de Málaga donde ha permanecido hasta la celebración del juicio.

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