Los ecologistas holandeses critican el nuevo plan anticontaminación

El nuevo plan del medio ambiente holandés, calificado de "muy ambicioso" por su responsable, el ministro Hans Alders, ha concitado la crítica unánime de todos los grupos ecologistas nacionales, que le acusan de no descender a los problemas reales.El proyecto, recién presentado en La Haya, prevé un aumento de ocho céntimos de florín (1 florín son 55 pesetas) en los impuestos sobre el consumo de todas las gasolinas y otro de 20 céntimos de florín en el precio de los aceites para el motor. Según la asociación Amigos de la Tierra, habría sido más efectivo mejorar el transporte público reduciendo el límite actual de velocidad de 120 a 80 kilómetros por hora. De este modo Holanda habría ahorrado un 40% de energía.

Al presentar su plan, Alders aseguró que trataba de fomentar la responsabilidad ciudadana involucrando también a las industrias y la administración pública. Para ello, su ministerio mantiene la cuota de 30 florines al mes (1.650 pesetas) destinada a mejorar el ecosistema y que debe ser pagada por los propietarios de una casa.

Medio ambiente destinará otros 1.000 millones de florines a la aplicación de medidas complementarias. En 1991 los productos causantes de la basura química doméstica (pilas, rotuladores, esmalte de uñas, aerosoles y pinturas entre otros) deberán ser depositados en contenedores especiales fuera de las casas. Ese mismo año entrarán en vigor las sanciones contra las empresas que empleen publicidad engañosa a la hora de introducir sus mercancías. La recomendación "verde o limpio" será permitida mientras pueda demostrarse.

La fabricación de envases desechables debe ser sustituida por otra que logre paquetes de fácil reutilización tanto en productos lácteos como de limpieza, higiene o belleza. En este punto, los ecologistas le reprochan al ministerio que prefiera seguir investigando en lugar de mejorar la calidad del vidrio, logrando botellas ligeras y más fáciles de cerrar, que puedan reciclarse. Para el ahorro de energía doméstica, en el plazo de 10 años los suelos, tejados y fachadas de edificios tendrán que estar aislados.