El presidente no cambio el tercer toro "porque quedaba mucha corrida"
Marcelino Moronta, presidente del festejo de ayer, explicó al término del mismo la razón por la que no cambió el sobrero que salió en sustitución del tercer toro, y cuya invalidez fue muy protestada por el público: "Es que quedaba mucha corrida y si devuelves ése, igual ya tienes que devolver todos". Ante la extrañeza por la respuesta, Moronta agregó una nueva causa: "Además, el toro se inutilizó al entrar al caballo, es decir, durante la lidia, y el reglamento señala que en estas circunstancias ya no hay que cambiarlo".El presidente dijo sentirse muy triste cuando le insultan en los tendidos y agregó: "No me gusta, pero es inherente al cargo. En el palco hay que decidir y es imposible complacer a todo el mundo". Concluía con esta defensa, en tono apesadumbrado y cortés: "Yo admito todas las opiniones y sé que puedo equivocarme, pero siempre actúo de buena fe e intentando acertar".
El mayoral, Florito Fernández, que escuchó una cerradísima ovación al meter en corrales al único toro que Moronta devolvió, mostraba un semblante bien distinto al del presidente. Con la emoción todavía reflejada en su rostro, comentaba: "Ha sido el máximo a que puede llegar uno en esta profesión, aún no me lo creo". Al indicarle que todavía le quedaba dar la vuelta al ruedo y salir a hombros, respondió: "Tampoco hay que exagerar, me conformo con lo logrado, que creo que nunca sucedió en la historia de esta plaza".
Los diestros critican a los toros
Los tres matadores coincidían en sus críticas al juego de los toros en general, por su mansedumbre y peligro. El más radical era Víctor Mendes: "Todos te querían quitar la cabeza, incluyendo los segundos de los respectivos lotes, que fueron algo más toreables, pero que al final se rajaron y pegaban tornillazos y acababan no atendiendo a los engaños". Para el portugués, estas características son demasiado comunes actualmente en las ganaderías, lo que constituye un grave peligro para el futuro.
Estas críticas también las ponía de manifiesto Rafi Camino, aunque particularizaba en su primer enemigo: "Ha sido el más difícil de mi carrera, daba síntomas de estar toreado y, pese a mi corta experiencia, anduve suelto ante él". Añadía que no dio la vuelta al ruedo tras su faena al quinto porque sonaron algunos pitos: "Prefiero lo que ha sucedido, que el público me obligue a saludar en dos ocasiones". El madrileño creía haber hecho una buena feria y aseguraba estar disponible para volver a Las Ventas siempre que lo llamen.
Tampoco a Niño de la Taurina le importaría volver a Madrid: "Es la plaza que me ha dado todo, aunque yo siempre me entregué, la lástima es que hoy no haya cortado oreja al último -algo menos dificil que el resto-, por atracarme al matarlo. Y es que hay que ser un poco más tranquilo y maduro. Pero las ganas de triunfo me traicionaron".
Babelia
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