Unas 800.000 personas visitaron la Feria del Libro el fin de semana

La Feria del Libro de Madrid batirá con toda probabilidad los récords; de venta y asistencia, fijados el año pasado en 786 millones de pesetas; y 2.500.000 personas, según dijo ayer un portavoz de la Feria. Al final del domingo, y a la falta de una semana, se habían vendido libros por importe de unos 500 millones de pesetas, y sólo durante el fin de semana, cerca de 800.000 personas se acercaron al parque del Retiro. Unos jóvenes provocaron unos incidentes en la caseta de CEDADE.

Otro record que con toda probabilidad será batido en esta edición es el de escritores que acuden para Firmar sus libros. Ayer a última hora de la mañana, la enumeración de los que se encontraban en alguna caseta en ese momento, desde los más populares a los menos conocidos, ocupaba varios minutos del servicio de megafonía. La experiencia demuestra que la presencia de los escritores es a menudo un reclamo efectivo para mejorar las ventas. La cifra de actos de firma de escritores (algunos repiten), imparablemente ascendente desde 1970 (141), llegó el año pasado a 417.Según datos oficiales de la Feria, al terminar el domingo el libro más vendido había sido El peso de la paja, de Terenci Moix, con 1.622 ejemplares vendidos. Le siguen Cómo ser una mujer y no morir en el intento, de Carmen Rico-Godoy (1 .41 l); Más grandes que el amor, de Dominique Lapierre (1.366); Café y copa con los famosos, de Fernando Vizcaíno Casas (1.009); el Libro de Estilo de EL PMS (872); La isla del viento, de Juan Luis Cebrián (830); Aprender a hablar en público, de Juan Antonio Vallejo Najera (807); Curiosidades de Madrid, de Del Corral (739); y La duquesa, de Ismael Fuente (694). El año pasado los libros más vendidos de la feria fueron Los versos satánicos, de Salman Rushdle y Los rojos ganaron la guerra, de Fernando Vizcaíno Casas.

Unos jóvenes de aspecto punk, según un portavoz de la Feria, provocaron ayer sobre las 18.00 horas unos incidentes en la caseta de CEDADE (Círculo Español de Amigos de Europa), movimiento de extrema derecha, cuando en ésta se encontraban dos empleados. Los jóvenes repartieron octavillas en las que ponía "aquí huele a fascismo", y dieron insultos de "fascistas" y asesinos

Al aparecer la policía, los agresores desaparecieron, aun que advirtieron: "Volveremos" No mucho después llegaron a la caseta varios jóvenes corpulentos. A última hora de la tarde varios policías cuidaban que no se produjeran más incidentes.