_
_
_
_

Las comunidades sefardíes dispersas por el mundo, premio Príncipe de Asturias de la Concordia

Las comunidades sefardíes dispersas por el mundo recibieron ayer el premio Príncipe de Asturias de la Concordia. El jurado pretende contribuir con este galardón al "proceso de concordia ya iniciado, que convoca a esas comunidades al reencuentro con sus orígenes, abriéndoles para siempre las puertas de su antiguo país", y premia a "una España itinerante, que ha conservado con inigualable celo el legado cultural y lingüístico de sus antepasados". El premio fue otorgado por amplia mayoría del jurado. Con las comunidades sefardíes, quedaron finalistas Médicos Sin Fronteras y el presidente de Checoslovaquia, Vaclav Havel.

El jurado no decidió en qué personas u organizaciones personificará el galardón, aunque expresó su voluntad de que quienes sean invitados a recogerlo, en octubre próximo en Oviedo, sean representativos de la amplia pluralidad de las comunidades sefardíes existentes. El presidente de la Fundación Principado de Asturias, Plácido Arango, y el del jurado, Pedro de Silva, decidirán a quiénes se entregará físicamente el premio, previa consulta a los demás miembros del jurado, quienes han expresado su voluntad de que el mismo sea recogido por una amplia representación de una comunidad enormemente plural, presente en diversos países, y a la que en el acta del fallo se cita como "una parte entrañable de la gran familia hispánica, que salió de la Península Ibérica hace 500 años con las llaves de sus casas en sus manos".El presidente del Gobierno regional asturiano, Pedro de Silva, destacó que con este galardón se recupera "uno de los episodios más emocionantes de la historia de España, que comporta notables elementos sentimentales y emocionales, después de que hayan conservado sus tradiciones y señas de identidad al cabo de cinco siglos de haber sido expulsados de España". Otro de los miembros del jurado, Fernando de Ybarra López-Dóriga, marqués de Arriluce de Ybarra, narró en las deliberaciones la experiencia personalmente vivida en Estambul, donde un sefardita lloró cuando el accidental turista le habló de Córdoba. Para De Silva, 1992 es la simbología de muchas cosas, de la llegada de España a América, pero también de la expulsión de los judíos. Este premio simboliza el reencuentro con esa parte de España". "El premio", agregó, "expresa precisamente la concordia".

Prestigio y tradición

Para el escritor y periodista Juan Cueto, que también formó parte del jurado, los sefardíes constituyen una de las comunidades españolas "de mayor prestigio y tradición, y con un importante patrimonio cultural, dado que han sabido conservar la lengua, los ritos, la espiritualidad que enlaza directamente con el Siglo de Oro español. El mapa de las comunidades autónomas no está completo sin los sefardíes". Cueto destacó la "impresionante tradición literaria y científica de estos judíos españoles". Se trata también, según otros miembros del jurado, de "reparar una injusticia histórica ante la inmediatez del V Centeario". Para Cueto, " 1992 supuso la apertura de nuevos horizontos, con el descubrimiento de América, pero la expulsión de los judíos supuso cerrar otros horizontes, y eso lo hemos pagado todos desde entonces". Para el banquero José Ángel Sánchez Asiaín el galardón es un "reconocimiento merecido".Al premio concurrieron 28 candidaturas, de las cuales quedaron finalistas, junto con las comunidades sefardíes, el presidente de Checoslovaquia, Vaclav Havel, y la organización Médicos Sin Fronteras. El premio, está dotado con cinco millones de pesetas y la reproducción de una escultura de Joan Miró.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_