Sobre la violencia

En plena carrera hacia el 92 y cuando todos creemos vivir en la mejor de las democracias, perviven en el mundo rural situaciones de caciquismo mafioso que pueden llegar a la agresión física y a la indefensión legal.El pasado 29 de abril fue brutalmente golpeada una pastora mientras cuidaba su rebaño de cabras en el monte. Este hecho no es más que un eslabón en una cadena de actuaciones violentas por parte de quienes pretenden mantener privilegios que ven amenazados por la presencia de gente joven que intenta revitalizar unas tierras en proceso de abandono.

Abandono por parte de una población que emigra por falta de medios de vida. Abandono por parte de la Administración que da pie a que los caciques impongan su ley por la fuerza bruta, aprovechando (en el caso del que hablamos) la circunstancia de que la víctima fuese mujer.

En la sierra del Alto Cidacos se viven situaciones de tensión y violencia que son fruto del rechazo hacia los jóvenes por parte de clanes que se amparan en la prepotencia con la que están acostumbrados a actuar impunemente.

La ley del salvaje Oeste impera en el medio rural, que se degrada día a día al margen de las cifras macroeconómicas y al margen de los medios de comunicación de masas. Cuando algunos jóvenes intentamos abrimos camino en la vida con vocación de trabajo y en contacto con la naturaleza, podemos encontrarnos con situaciones de rechazo violento como la que se menciona. La violencia sobre esta mujer refleja la degradación social de un medio en el que existen intereses económicos que crecen amparados en el olvido por parte de una Administración que se mira el ombligo y una sociedad urbana que sólo ve el campo como un lugar donde coger margaritas los fines de semana.-