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Sobre el proyecto de plataforma del Comité Central del PCUS

1. La Plataforma representa un paso de gran importancia en el proceso que lleva de la actual etapa de democratización a la democracia, y de la demolición de la economía totalitariamente estatizada a la economía mixta. Contiene aún ambigüedades que reflejan resistencias de las fuerzas conservadoras, pero si sus orientaciones básicas triunfan se habrá producido un cambio de sistema socioeconómico y político. El nuevo sistema hacia el que apunta la Plataforma no se diferenciará, en sus rasgos esenciales, del que existe en Occidente.La adopción del modelo occidental es inevitable, porque el fracaso histórico del experimento iniciado en octubre de 1917 -el experimento que intentó ajustar el desarrollo social a una concepción doctrinaria preestablecida- no deja otra salida. A diferencia del capitalismo, el sistema que ahora agoniza era un mecanismo cerrado, sin capacidad de invención y adaptación a las nuevas necesidades humanas. De ahí que mientras el primero conociera grandes transformaciones desde la época de Marx, el segundo no haya podido renovarse estructuralmente ni alumbrar nada nuevo dentro de sus propios principios. Al llegar la hora crítica de su agotamiento final, la única alternativa posible, comprobada en la práctica histórica, era la economía de mercado en su sentido moderno.

Orientación socialdemócrata

Dentro de este modelo, son posibles diferentes regímenes políticos, diferentes formas de entender la relación entre regulación estatal y mercado, entre propiedad pública y privada, etcétera. A mi parecer, en la Plataforma predomina una orientación socialdemócrata, homologable al carácter de izquierda que -como ha dicho Alexander YakovIev en recientes declaraciones- tiene, y debe tener, la perestroika.

2. Sin embargo, pese a su orientación globalmente avanzada, la plataforma refleja las influencias y resistencias de las fuerzas conservadoras que actúan en numerosos eslabones importantes del aparato del PCUS, incluidos el Comité Central y el Buró Político. Acaso refleja también la supervivencia del viejo lenguaje, de viejos conceptos, en personas que, por otra parte, son partidarias decididas de la perestroika.

¿Qué significan, por ejemplo, las fórmulas de "democracia socialista" o "sociedad socialista" que se manejan en la Plataforma para definir el nuevo régimen en formación? Durante décadas, tales fórmulas han servido de cobertura ideológica al totalistarismo incluso en su versión más terrorista. Según su justificación científica, marxista-leninista, definían el carácter de clase del sistema frente a su antagónico, el sistema capitalista o burgués. ¿Qué quieren decir esas viejas y desacreditadas fórmulas en el contexto de la Plataforma? ¿Cómo compaginarlas con las que proponen, en el mismo documento, una democracia sin barreras clasistas o ideológicas, es decir, una democracia sin adjetivos.

Algo parecido podría decirse de otras fórmulas o limitaciones referentes a la transformación económica. ¿Qué significa, por ejemplo, la fórmula "una efectiva economía planificada y de mercado"? ¿Significa que el principio dominante es la planificación, aunque se utilice el mercado? A mi juicio, los pasajes explicativos a este respecto no son suficientemente claros. Por otra parte, las limitaciones que se prevén al derecho de propiedad pueden ser un grave obstáculo al desarrollo de una verdadera economía de mercado.

3. La propuesta fundamental de la plataforma, de cuya realización dependen hoy por hoy todas las demás, es la de poner fin al monopolio del poder del PCUS y abrir camino al pluripartidismo. Durante cierta fase, la democratización, ligada a la glásnost, podía justificarse como un camino gradual para llegar, en las condiciones específicas de la Unión Soviética, a una verdadera democracia. Pero esa etapa está agotada, tanto por efecto de evidentes factores internos como externos. Incluso hay que preguntarse si la plataforma no está ya en retraso respecto a los acontecimientos.

Pluripartidismo

El pluripartidismo es ya un hecho, pero el PCUS sigue dilatando su pleno reconocimiento, su aparato de poder sigue poniendo obstáculos a la formación de los nuevos partidos. Una cosa es que el PCUS necesite un congreso para decidir sobre su propia transformación y otra que el sistema multipartidista haya de esperar a ese congreso para ser plenamente legalizado. El Congreso de Diputados del Pueblo tiene plenas atribuciones no sólo para abolir los artículos 6 y 7 de la Constitución, sino para dictar urgentemente -él o el Soviet Supremo- las bases legales del funcionamiento de los partidos políticos. A nuestro juicio, todo retraso en esta cuestión no puede por menos que agravar el actual proceso.

4. En el contexto del paso al pluripartidismo, el problema del papel del PCUS reviste una importancia crucial. Cuando la sociedad pueda manifestarse en condiciones de plena libertad política, ¿cuál va a ser su juicio sobre el partido que durante más de 70 años ha tenido el monopolio del poder, ha ejercido una dictadura total?

Sin entrar en el análisis de este tremendo interrogante, puede aventurarse, a mi parecer, que una cosa será el juicio global, histórico, sobre ese partido, y otra cosa el juicio político actual sobre los sectores del mismo que han tenido el valor y la capacidad de abrir las puertas a la libertad. Pero también para estos sectores ha llegado la hora decisiva de deslindarse claramente de los que siguen encarnando el partido histórico. Incluso el nombre mismo de este partido puede ser una hipoteca mortal para todos los que, habiendo pertenecido a él, optaron u opten por la democracia y la libertad.

Los ideales del socialismo democrático, del humanismo y de los valores universales, de la libertad de creación, no pueden cobijarse bajo el mismo emblema que simbolizó el dogmatismo, el terror, la dictadura totalitaria.

Lo urgente, en cualquier caso, es que se unan las fuerzas verdaderamente democráticas de todo signo, desde las que siguen a Mijaíl Gorbachov hasta las que se sitúan a su izquierda, para asegurar que la transición a la democracia pueda realizarse pacíficamente.

El hundimiento del imperio.

Con el derrumbamiento del sistema totalitario se hunde también el imperio que, bajo la apariencia constitucional de la libre autodeterminación, se basaba realmente en la férrea centralización del partido único. Me parece muy dudoso que una nueva federación, fundada en la soberanía de las repúblicas, pueda construirse sobre la base del "papel integrador" del PCUS -como se dice en la Plataforma. Creo más probable que el papel decisivo lo desempeñen fuerzas nacionales conscientes de la conveniencia de establecer vínculos contractuales entre las diferentes repúblicas.

6. La propuesta de instaurar un régimen presidencialista que se hace en la Plataforma puede corresponder a los graves problemas del momento -y probablemente de toda una etapa- en un Estado de características multinacionales. Las necesarias garantías constitucionales, para que este régimen no degenere en poder personal, tendrán su mejor respaldo en la actuación de partidos políticos democráticos con una amplia base social.

Este texto es la opinión de Fernando Claudín, fallecido el jueves, solicitada por la agencia soviética Novosti, sobre el proyecto de plataforma del Comité Central del PMS para su 282 congreso. Escrito el 25 de febrero de 1990.

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