Cita en Madrid

La cita es en Madrid, del 28 al 30 de mayo. En esos días se desarrollará un diálogo entre dirigentes de nueve partidos políticos, de la Comisión Nacional de Reconciliación (CNR) y de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) que pretende sentar las bases para acabar con la guerra.Ha estado precedido de un encuentro en Oslo, celebrado el pasado mes de marzo, y, si todo va bien, se continuará con otro en el que participarán la Iglesia y los empresarios, y uno más, ojalá que el definitivo, en el que el Gobierno será ya parte. Pero para entonces lo más probable es que Vinicio Cerezo no sea ya presidente.

Hace unos días, el diario guatemalteco Prensa Libre publicó una declaración de la Comandancia General de la URNG en la que mostraba la voluntad del grupo guerrillero izquierdista de "encontrar caminos de solución pacífica a la problemática nacional, por medios políticos" con el objetivo de Iograr la reconciliación entre los guatemaltecos".

Los comandantes Rolando Morán, Gaspar llom, Pablo Monsanto y Carlos González denunciaban su preocupación por el agravamiento de 1a represión contra la población y la violencia contra el movimiento popular". Y concluían: "Hostigamos, atacamos, aniquilamos y destruimos fuerzas, instalaciones, medios y recursos de guerra del Ejército y toda obra de infraestructura, energía y comunicaciones para inmovilizar y dificultar la represión". No obstante, parece que ha sido mucho más el ruido que las nueces.

Por su parte, el ministro de Defensa, Héctor Gramajo, hizo público también un comunicado, titulado Acciones desesperadas de la delincuencia terrorista, en el que denunciaba las acciones perpetradas por la guerrilla como "agresiones directas en contra del pueblo", y reiteraba su decisión de "combatir sin cesar a los grupos de delincuentes terroristas jque aún operan en el país".

Este es el caldo de cultivo del diálogo de Madrid. Pero en Guatemala, más que del fin de la guerra, de lo que se habla estos días es de las medidas económicas de austeridad adoptadas por el Gobierno, que forzarán a apretarse aún más el cinturón a la mayoría de la población y complicarán las cosas al candidato gubernamental en las próximas elecciones.