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HACIA LA UNIDAD ALEMANA

El Gobierno de la RFA desea que ambas Alemanias celebren elecciones conjuntamente en enero de 1991

La coalición gobernante en la República Federal de Alemania (RFA) pretende dar un nuevo empujón a la unificación celebrando conjuntamente elecciones generales en las dos Alemanias en enero del año próximo, fecha límite para la renovación del Bundestag (Cámara baja del Parlamento). Otto Lambsdorff, presidente M partido liberal (FDP), minoritario en el Gabinete del canciller Kohl, ha sido el primero en pedirlo públicamente, arguyendo que hay que intentar acortar el control de la Cámara territorial (Bundesrat), que el domingo consiguieron los socialdemócratas tras su victoria en Baja Sajonia.

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Según una encuesta hecha pública ayer, la actual coalición que gobierna en Bonn (Unión Cristiana Democrática- Unión Social Cristiana -CDUCSU- y FDP) obtendría la victoria en unas elecciones conjuntas en la RFA y la República Democrática Alemana (RDA) tanto si se celebraran -como está previsto- el próximo 2 de diciembre, como el 16 de enero, fecha tope en que finaliza el actual mandato. El propio Kohl, tras la reunión de la ejecutiva de su partido, no descartó en absoluto esta posibilidad. Primero se negó a realizar ningún comentario sobre la propuesta de Lambsdorff, pero a continuación pareció ir aún más lejos que el líder liberal. "La CDU", dijo, "insistirá en que las elecciones al Bundestag tengan lugar como está previsto el 2 de diciembre. SI, además, es posible combinar las elecciones en Alemania Oriental en esta misma fecha, éste va a ser un tema que vamos a tener que discutir en un futuro muy cercano".Kohl reconoció que la derrota de su partido el domingo está relacionada con los temores que despierta el proceso de unidad alemana, pero insistió en que había que seguir adelante. Para el canciller "está absolutamente claro que la cuestión de la unidad alemana está madura ahora para tomar una decisión". -Todo el mundo que entiende algo sobre los acontecimientos de la política internacional", añadió Kohl, "me dice lo mismo: actúa rápidamente".

Mientras Kohl evitaba un enfrentamiento con la oposición, el secretario general de su partido, Volker Rühe, con su característico estilo descarnado, acusaba al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) de "azuzar los temores de la gente" y advertía a los socialdemócratas de que no "hicieran mal uso" de su nueva mayoría en el Bundesrat. Los socialdemócratas, por su parte, también convocaron a la ejecutiva del partido y criticaron el proceso de unidad alemana que consideraron "demasiado rápido, demasiado caro y demasiado duro para los menos privilegiados y los pensionistas".

A media tarde, el canciller Kohl voló a Berlín Oriental para entrevistarse con el ministro presidente de la RDA, Lothar de Maiziere. La cancillería indicó que los dos jefes de los ejecutivos alemanes no tenían previsto discutir los puntos aún por clarificar del tratado sobre la unión económica, monetaria y social entre los dos Estados. Sin embargo, la verdad parece ser todo lo contrario. La presencia en Berlín Oriental desde primeras horas de la mañana del ministro de Hacienda de Bonn y líder de la CSU bávara, Theo Waigel, apunta en el sentido de que Kohl decidió visitar oficialmente por primera vez la capital de la RDA para limar las asperezas y endulzar los aspectos más espinosos del tratado.

Waigel fue expeditivo al indicar que Bonn no podía ceder ni un ápice más de lo que ya había cedido. Para el ministro de Hacienda, "no es posible aumentar las pensiones ni los fondos de desempleo más allá de lo acordado". Para ello arguyó que "ya no hay más dinero en el presupuesto de la RFA. No podemos dar más de lo que estamos capacitados".

En Alemania Oriental, muchos ciudadanos, conscientes del poder que adquirieron en la calle cuando acabaron en otoño con 40 años de dictadura estalinista, han decidido hacer valer sus derechos. Ayer fueron los trabajadores del sector textil los que se declararon en huelga y desfilaron por las calles de la vieja capital del Reich. envueltos en las telas que se amontonan en sus almacenes por falta de compradores.

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