Lafontaine frente a Kohl
La victoria socialdemócrata en Baja Sajonia, insuficiente para ganar las legislativas en la RFA
La victoria de los socialdemócratas (SPD) de la República Federal de Alemania (RFA) en Baja Sajonia no ha sido suficiente como para que lancen las campanas al vuelo. El bajón del SPD de más de dos puntos en Renania del Norte-Westfalia -el Estado más poblado de la RFA y bastión tradicional de la izquierda-, pese a que no ha impedido a Johannes Rau confirmar su mandato en Düsseldorf, viene a demostrar que las posibilidades de su candidato, Oskar Lafontalne, de derrotar al canciller Helmut Kohl en las elecciones legislativas son escasas.
Una lectura atenta de los resultados en el Rin indica que las variaciones con respecto a los anteriores comicios de 1985 son mínimas. Cierto que la entrada en juego de la extrema derecha -los Republikaner de Franz Schönhuber- se ha saldado con un fracaso. Cierto también que la lista alternativa -los verdes- ha conseguido entrar en uno de los pocos Parlamentos regionales que se le resistían.Pero los casi dos puntos arañados por la extrema derecha no han tenido ningún efecto en los votos democristianos. De hecho, la CDU consigue incluso subir dos décimas, mientras que la euforia de los verdes debe ser matizada en el sentido de que, aunque les haya permitido al canzar la raya del 5% mínimo para conseguir diputados, su au mento electoral ha sido tan sólo de cuatro décimas. Los libera les, por su parte, han perdido tan sólo dos décimas.
En Baja Sajonia el poder ha cambiado de manos. Pero, igualmente, la estabilidad del electorado ha vuelto a quedar en evidencia. Los socialdemócratas suben escasamente dos puntos, cuando el desprestigio de la CDU, y más concretamente del ministro presidente saliente, Ernst Albrecht, podía haber provocado un terremoto de ma- yores dimensiones. La subida del SPD corresponde casi exac tamente al descenso de la CDU y, a su vez, al de los verdes. Una cifra, estos dos puntos, que se aproxima también al resultado de sumar lo obtenido por la ex trema derecha y por los pequeños grupos locales.
Cuando sólo quedan las últi más primarias de Baviera, donde el único elemento distorsionador que se adivinaba en el horizonte era la extrema derecha, todo apunta a que se llegará a primeros de diciembre -la fecha prevista para las elecciones generales- con un mapa electoral casi idéntico al que ha permitido el Gobierno incontestado de la coalición democristiana-liberal.
El único que podría alterar el equilibrio, el candidato socialdemócrata Oskar Lafontaine, convalece del atentado que estuvo a punto de costarle la vida, y fuentes cercanas a su entorno personal aseguran que no piensa entrar en la batalla electoral hasta después del verano. Entonces, tal vez sea demasiado tarde.
23 frente a 18 a favor del SPD
La derrota democristiana en Baja Sajonia ha dejado al partido del canciller Helmut Kohl en minoría en el Bundesrat, la Cámara territorial de la RFA. Esta especie de Senado consta de 45 miembros, y su función es aprobar las leyes federales que afecten a los lánder o Estados federados, como por ejemplo las relativas a la financiación de la unificación alemana, lo que de hecho le concede un derecho de veto. Puede también oponerse a cualquier otra ley, pero su rechazo puede ser superado por el Bundestag o Parlamento federal.Los länder de menos de dos millones de habitantes cuentan con tres votos en el Bundesrat. Aquellos que tienen entre dos y seis millones tienen cuatro, mientras que los que superan esta cifra ocupan cinco escaños. Aunque pertenezcan a distintos partidos, todos los representantes de un mismo Estado han de votar unitariamente.
Hasta ahora, la CDU contaba con una mayoría de 23 frente a 18, que, dado que Baja Sajonia tiene siete millones de habitantes, se ha vuelto en la misma proporción en favor de la socialdemocracia.
El presidente del Senado español, Juan José Laborda, estudia actualmente en la RFA este sistema con vistas a la reforma de la cámara alta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.