El festival de teatro de Berlín comienza bajo el signo de la unificación

La 27ª edición de los Encuentros de Teatro de Berlín comienza hoy bajo el inequívoco signo de la unificación. Por primera vez, el festival se verá a través de un muro horadado y gris; exento ya de graffittis y condenado a souvenir del terror. Los espectáculos tendrán lugar en los teatros, tanto del Berlín Oriental como del Occidental.

El Theatertreffen de Berlín nació en 1963, como reactivo a la construcción del muro que separaba las dos Alemanias y condenaba al Berlín occidental al ostracismo y al raquitismo cultural.Desde entonces un jurado formado por siete de los mejores críticos teatrales de la República Federal, Suiza y Austria escogen las puestas en escena más interesantes de esos países germanoparlantes. Cada año el jurado se renueva parcialmente de forma rotativa, pero eso no ha impedido que a lo largo de los años se haya destacado un grupo de teatros, 15 más o menos, que por la calidad indiscutible de sus espectáculos, forman habitualmente parte de los encuentros y son conocidos como los "teatros de la Liga" o de primera división, emulando el lenguaje futbolístico. Ese fenómeno le ha dado a los Encuentros teatrales de Berlín un cierto aire oficialista y rígido contra el que se ha intentado luchar desde muchos frentes: en los años setenta implicó la participa, algunos grupos alternativos y la práctica de mesas redondas y discusiones públicas tras las representaciones.

Cierto aire reivindicativo de mayor flexibilidad en las relaciones entre los dos Berlines se insufló en los años ochenta, a través de la cooperación totalmente extraoficial de teatros e intelectuales de la parte oriental. Este año participan oficialmente el Teatro Maxim Gorki con la puesta en escena de Thomas Larighoff de la obra Mein Kampf (Mi Lucha) de George Tabori, y el Teatro Nacional de Meeklenburg en Schwerin, uno de los más innovadores de la República Democrática, con una pieza a base de canciones populares alemanas So haltet die Freude recht fest (Agarrad así bien fuerte a la alegría).

En cuanto a los otros espectáculos invitados a esta edición, hay que destacar la última obra de Botho Strauss, Espectador, dirigida por Wilfried Minks con el Thalia Theater de Hamburgo, que también presentará Mann ist Mann, de Brecht, dirigida por una joven revelación: Katherina Thalbach. Tres las obras del Burgtheater de Viena: la controvertidísima última producción de Peter Handke El juego de las preguntas o el viaje al país sonoro, bajo la dirección de Claus Peymann; Othello, de Shakespeare, dirigido por George Tabori y alabado por la crítica; y Woyzeck, de Büchner, dirigida por Achim Freyer.

De Munich participarán La mujer del mar, de lbsen, dirigido por Thomas Langhoff para el Münchener Kammerspiele y Miss Sara Sampson, de Lessing, en adaptación de Frank Castorf para el Teatro Nacional de Baviera.