De la disidencia y el paro a la presidencia de la nación
Arpad Goncz, de 68 años de edad, disidente durante casi medio siglo, escritor y parado, es el nuevo presidente electo del nuevo Parlamento dernocráfico húngaro. Al ocupar este puesto Goncz pasa a ser automáticamente presidente provisional de Hungría hasta los próximos comicios para elegir al jefe del Estado.El Havel magiar es, además, líder de la sociedad de escritores y goza de gran popularidades entre los húngaros, que lo ven como un símbolo de la resistencia de 1956. El líder de la Alianza de los Demócratas Libres comentó la elección de Goncz en los siguientes términos: "Hemos optado por una 'solución Havel'". Contrariamente a la tristeza de quien se supone será el primer ministro húngaro, Jozef Antall, Goncz es definido por su amigos como una persona amable con excelente sentido del humor.
Arpad Goncz, uno de los miembros fundadores de la Alianza de los Demócratas Libres, fue sentenciado a cadena perpetua en 1956 por su participación en la revolución húngara, pena que posteriormente fue reducida a seis años. Estudió derecho y agricultura, profesiones que no pudo ejercer porque los comunistas le consideraban oposición radical.
Desde su libertad en 1963 se ha dedicado a escribir y traducir libros y ha sido un activo militante en organizaciones clandestinas de derechos humanos.
También fundó la Comisión de Justicia Histórica, entidad responsable de la rehabilitación del primer ministro Imre Nagy, ejecutado por los estalinistas después de la invasión soviética.
Todos los parlamentarios, sin distinción de partidos, aplaudieron en pie a Arpad Goncz, y fue elegido por 339 votos de los 379 presentes en la primera sesión de la nueva Cámara democrática.
A la inauguración parlamentaria asistió como invitado de honor Bela Varga, de 88 años -43 de ellos en el exilio en Estados Unidos-, portavoz del último Parlamento democrático en Hungría. También fue invitado Otto de Habsburgo, eurodiputado y ex heredero de la corona de Hungría.
