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Los paraísos húmedos de Madrid, acosados por la maquinaria de la civilización

La Agencia madrileña del Medio Ambiente (AMA) y la Sociedad Española de Ornitología (SEO) desarrollan un plan de conservación-rectiperación de las principales zonas húmedas madrileñas. Los embalses de El Pardo y Santillana y otros 130 humedales con lagunas, glaciares y vegas componen el paisaje húmedo de Madrid del que dependen numerosas especies. Todos estos enclaves están amenazados por el vertido indiscriminado de residuos, la reconversión en terrenos cultivables, la especulación urbanística, los incendios provocados, la caza furtiva y la inexperiencia de las constructoras que participan en su recuperación.

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Pequeñas y húmedas.

La doble intención que se pretende con este programa de recuperación es garantizar el patrimonio ornitológico y habilitar zonas para uso recreativo es incompatible según los conservacionistas consultados. Para Ángel Gómez Manzaneque, biólogo de la SEO, que ha participado en la recuperación piloto de la laguna de Mejorada, "es, efectivamente, imposible compatibilizar los objetivos de recreo con los de la protección de las aves, en el caso de estas pequeñas lagunas madrileñas: unas deberán seleccionarse para ser preservadas exclusivamente para las aves y su observación; otras, para satisfacer las demandas de ocio, pero por separado". En el caso de Mejorada, por ejemplo, se ha construido el chiringuito-merendero antes que el observatorio ornitológico.Por otra parte, al no existir empresas especializadas en obras medioambientales, la contrata para su ejecución suele hacerse a compañías constructoras sin ninguna sensibilidad en la materia, "como ha ocurrido en el caso de Mejorada con la constructora Ginés Navarro". A pesar de que los técnicos de AMA y los miembros de la SEO, advirtieron a la compañía constructora de la extrema importancia de no alterar en el transcurso de las obras las márgenes de la laguna, "en unas pocas horas, de manera imprevista, la maquinaria pesada destrozó buena parte de ellas, siguiendo criterios de estricta rentabilidad económica y nula obediencia a las directrices impartidas".

En una sola hora de utilización insensible de maquinaria pesada pueden destruirse, en efecto, situaciones naturales irrecuperables.

En Madrid, la principal concentración de humedales aparece a lo largo del curso del río Jarama, por desgracia uno de los más polucionados de España. La laguna de Belvís, junto a una gravera en explotación, presenta carrizales y tarayales de importancia, con una de las mayores colonias peninsulares de un ave singular, el avión zapador.

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Basura para gaviotas

En Ciempozuelos, junto a otra gravera en funcionamiento, se conocen colonias de garcillas bueyeras y martinetes. En la laguna de Santa María de la Vega las concentraciones invernales de paseriformes se dan en cantidades masivas. Y en las graveras de El Porcal, cerca de Arganda, se han llegado a observar varios cientos de garzas reales, miles de anátidas diversas, medio millar de cormoranes y la asombrosa cifra de 20.000 gaviotas reidoras.

Según los científicos, la proliferación de esta última especie se debe a la proximidad del Centro de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Valdemingómez, donde las gaviotas han encontrado, entre las basuras, una zona ideal para su alimento.

En cuanto al llamado Mar de Ontígola, cerca de Aranjuez, originado por un represamiento artificial para proporcionar agua a las fuentes y jardines del Palacio Real contiguo, alberga hoy aguiluchos laguneros, somorinujos, ocasionales avetoros. También en el término de Aranjuez, la laguna de Villamejor atraviesa momentos dramáticos. De 'gran importancia para anátidas y rapaces, está siendo drenada irregularmente sin esperar a la obtención de los permisos necesarios. La laguna de San Juan, junto al Tajuña, la de mayores valores paisajísticos, que fue adquirida por la comunidad autónoma para su posterior declaración como reserva ornitológica.

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