Rechazo a que un niño seropositivo acuda a un colegio público de Zaragoza

Profesores y padres de alumnos del colegio público Ángel Escoriaza, del barrio de La Cartuja, de Zaragoza, han mostrado su rechazo a que Rubén, un niño de cinco años portador de anticuerpos del sida, acuda a clase. Una hermana del pequeño, Jennifer, de dos años, también es seropositiva y va a la guardería del barrio.El pasado viernes, día en que saltó la polémica, ya hubo plante por parte de algunos padres que se negaron a que sus hijos compartan las aulas con los dos hermanos, contagiados, al parecer, por su madre.

El próximo miércoles, día en que se reanudan las clases, los padres decidirán en asamblea si siguen llevando a sus hijos al colegio. La asociación de padres de alumnos (APA) ha remitido un escrito a las diferentes instituciones en el que critica "el secretismo" con que se ha llevado el caso. En su opinión, ni el director del colegio ni la profesora de Rubén fueron informados de que era portador del sida.

Los padres reclaman información, y las opiniones están divididas: el presidente de la asociación, Antonio Calvo, ha anunciado que su hija seguirá yendo a la clase de Rubén aunque tenga que dimitir del cargo. Las autoridades educativas han difundido un comunicado asegurando que no riesgo de contagio.

A. parecer, primero se conoció que la niña estaba infectada, y la asociación de padres de la guardería acordó que Jennifer podía seguir asistiendo a la misma. La noticia se propagó por el barrio, y la madre de los dos niños fue presionada para que confesara si su hijo mayor tenía o no el sida.