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El azar está en el padre

Milagros Pérez Oliva

El azar otorga a los progenitores una probabilidad del 50% de que el hijo sea del sexo deseado. La técnica de selección aumenta la probabilidad en un 30% pero existe todavía un margen de un 20% de que el sexo resultante no sea el deseado. La técnica, iniciada por el norteamericano Erikson en 1969, no es excesivamente compleja y consiste en someter el semen a diversos procedimientos de filtracíón, para separar los cromosomas X de los cromosomas Y.El sexo femenino tiene cromosomas XX y el masculino XY. Las mujeres, por tanto, sólo transmiten al hijo un cromosoma X, por lo que el sexo siempre depende del cromosoma que transmita el padre. Éste puede aportar un cromosoma X, con lo que nacería una hija (XX) o un cromosoma Y, con lo que nacería un varón (XY). Si esto se hubiera sabido en la época de Enrique VIII de Inglaterra, probablemente no se hubiera producido la dramática historia de sus siete esposas denigradas y repudiadas.

Y si la ciencia pudiera desarrollar la partenogénesis en la especie humana, es decir, la fecundación de un óvulo sin intervención de los espermatozoides, como ocurre en numerosas especiales de animales no vertebrados, toda la descendencia sería femenina, razón por la cual la ley también la prohibe.

En 24 horas

La técnica de selección previa del sexo consiste en separar, entre los aproximadamente 300 millones de espermatozoides que contiene una eyaculación, los que tienen cromosoma X de los que lo tienen Y. Si como en el caso para el que se solicita autorización, se desea tener una hija, deberán seleccionarse los cromosomas X mediante un procedimiento denominado Sepliadex. El semen seleccionado se introduce en un cultivo especial, que hace que los cromosomas Y, de tamaño ligeramente inferior, se precipiten al fondo y los X queden en la superficie.

La operación se repite tantas veces como sea necesario hasta alcanzar la máxima. concentración del cromosoma, deseado. Entonces se intenta, la fecundación mediante inseminación artificial. El proceso es sencillo y puede realizarse: en menos de 24 horas. La más frecuente de las enfermedades hereditarias que pueden evitarse por este procedimiento es la hemofilia, que se produce por la carencia de un factor de la coagulación sanguínea.

En este caso, las mujeres no padecen la enfermedad porque ésta se transmite únicamente por el cromosoma X y, como tiene carácter recesivo, predomina en ellas el cromosorna X del progenitor sano. Pero transmiten la enfermedad a la mitad de sus hijos. En este caso se trata de lograr que que nazcan siempre hembras, porque ellas no sufren la enfermedad y en cada generación se reduce a la mitad su incidencia.

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