La Fiscalía de Barcelona investiga a una empresa química por vertidos de arsénico y antimonio
La Fiscalía de Barcelona ultima una acción judicial contra la empresa Derivados de Minerales y Metales S. A (Demimesa), situada a 45 kilómetros ole Barcelona, por un supuesto delito ecológico cometido al verter elementos contaminantes, principalmente antimonio y arsénico. Estos vertidos pueden estar relacionados con los últimos hallazgos de elevadas concentraciones de arsénico en varios pozos de agua potable en campings situados en la localidad de Viladecans. Diez pozos han sido clausurados ya por la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat.Las concentraciones de arsénico registradas en los pozos de agua potable afectados se sitúan en más de 200 microgramos por litro, cuando la cantidad permitida no debe ser superior a los 50, según los dato de los análisis efectuados por la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat. Parecidas mediciones se constata ron en la investigación iniciada por la fiscalía de Barcelona en diciembre pasado sobre los vertidos de la empresa Demimesa cuya actividad es la recuperación de metales, y en la que se encargó el estudio al Instituto de Toxicología.
La factoría está situada a unos 10 kilómetros de los pozos contaminados. Las concentraciones de arsénico halladas en los pozos de agua, no comportan trastornos inmediatos, ya que para ello el índice debería alcanzar los 200.000 microgramos por litro.
De acuerdo con los datos de la fiscalía, la empresa Demimesa vierte al río Llobregat cuatro tipo de metales, aunque los índices más altos corresponden a arsénico y antimonio, según concretó el fiscal encargado del caso, Joaquín Pérez de Gregorío. Al margen de esta empresa concreta, en diciembre pasado la fiscalía interpuso seis querellas contras otras tantas industrias por vertidos contaminantes a los ríos Llobregat y Besós. Asimismo, hay otras dos investigaciones en curso.
Frente a los resultados obtenidos por los análisis encargados por la fiscalía, el administrador de Demimesa, Agustín Prieto, negó ayer que las concentraciones de arsénico tengan nada que ver con la empresa. Añadió que en la factoría tienen un pozo de agua y que en él no se registra índices de arsénico superiores a los normales.
Al margen de la acción judicial, que será iniciada en breve por la fiscalía, los municipios afectados por la contaminación, Gavá y Viladecans, ya han tomado medidas para evitar este tipo de vertidos. El Ayuntamiento de Viladecans localidad donde han sido cerrados nueve pozos de agua potable, ha iniciado un control del cense, industrial tras descartarse que la presencia del arsénico en los pozos situados en su término pudieran haber sido objeto de un sabotaje.
Otros pozos
En el caso de Gavá, donde fue cerrado un pozo contaminado con arsénico, el Ayuntamiento no descarta presentar una querella por delito ecológico, según ha manifestado el alcalde, el socialista Didac Pestaña, si las investigaciones confirman que el arsénico ha sido vertido ilegalmente por una industria. La Dirección General de Salud Pública está investigando otros pozos ubicados en localidades vecinas como Castelldefels y El Prat.
Los propietarios de los campings afectados se encuentran a la espera de concretar con la Sociedad General de Aguas el inicio de los trabajos de conexión con la red general de aguas ya que, hasta el momento, no ha sido viable por la lejanía del canal general.
Los responsables de los campings han mostrado su preocupación por las consecuencias negativas que puede tener esta cuestión en la temporada alta de verano.
[Por otra parte, la carga de un camión español fue destruida por la policía gala en Bayona (Francia) por considerarla tóxica para el consumo humano, según informa Aurora Intxausti. El camión transportaba diez mil litros de lecitina de soja, producto utilizado para la elaboración de chocolate. Agentes de la policía de Bayona detuvieron, en un control rutinario, un camión de la empresa donostiarra Bussing, SA, que transportaba lecitina de soja para una conocida fábrica de chocolates del suroeste francés. El mal estado de la carga de dos de los cuatro, depósitos de las cisternas se debía, según los análisis, al mal lavado de éstos, ya que quedaban residuos de la anterior carga transportada, resina de cola para uso industrial.]
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