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La 'contra' completara su desarme el 10 de junio

Antonio Caño

La contra nicaragüense aceptó un alto el fuego definitivo con el Ejército Popular Sandinista y el próximo Gobierno de Violeta Chamorro, pero retrasa hasta el próximo 10 de junio la culminación del proceso de desmovilización de.sus tropas, por lo que el espectro de la guerra se mantendrá en Nicaragua después de la entrega de¡ poder de los sandinisitas, el próximo día 25. El acuerdo alcanzado en Managua en la noche del miércoles por representantes de las tres partes fue interpretado por todos como un paso decisivo en la conquista de la paz en Nicaragua, pese a que no permite cumplir con el objetivo de que Violeta Chamorro acceda al poder libre de la existencia de rebeldes armados en el interior del territorio nicaragüense.

El todavía presidente de Nicaragua, el líder sandinista Daniel Ortega, aseguró que, sea cual sea la situación militar del país, el próximo miércoles entregará el poder a la ganadora de las últimas elecciones. "Quiero dejar claro que el 25 de abril habrá transferencia de mando. Yo le entregaré a Violeta [Chamorro]la banda presidencial, independientemente de que haya guerra o no", manifestó Ortega en una conferencia de prensa celebrada junto a la presidenta electa después de una conversación de más de una hora finalizada con una sesión de besos y saludos ante los periodistas.Violeta Chamorro, por su parte, declaró que está convencida de que todos los nicaragüenses desean actualmente la reconciliación, y prometió un "borrón y cuenta nueva" a partir de su llegada a la presidencia.

La presidenta electa informó en la misma conferencia de prensa de que Ortega le acababa de comunicar la decisión de que todos los norte americano s que deseen acudir a Nicaragua para los actos de traspaso de poderes podrán hacerlo sin necesidad de visados. "Eso yo lo aplaudo y le doy un abrazo", comentó la próxima presidenta.

Los abrazos entre los presidentes entrante y saliente no son, sin embargo, la expresión exacta del clima actual en Nicaragua. Antonio Lacayo, principal asesor de Violeta Chamorro, fue empujado e insultado al entrar el pasado miércoles a la sede de las conversaciones con 1,41contra, el edificio de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde se habían concentrado varios centenares de militantes sandinistas.

Garantías de seguridad

Uno de los representantes de la contra en las conversaciones de Managua, Arístides Sánchez manifestó que la Resistencia Nicaragüense (RN) entregaría las armas a las nuevas autoridades una vez que se haya garantizado la seguridad de los combatientes y sus familiares.

Para los dirigentes de la guerrilla que ha combatido al régimen revolucionario que derrocó a la dictadura de Anastasio Somoza, esta seguridad está directamente relacionada a la desarticulación del Ejército Popular Sandinista, por lo que numerosos observadores creen que éste va a ser un tema de fuerte tensión en las primeras semanas de mandato de Violeta Chamorro.

Según el acuerdo firmado, los -combatientes de la contra en Nicaragua deben concentrarse en los próximos días en cinco zonas especialmente delimitadas y protegidas a ese fin. En ese momento se iniciará un proceso de des movilización y entrega de armas que debe culminar el próximo 10 de junio.

En los últimos días se ha producido, sin embargo, un movimiento de rebeldes antisandinistas entre sus bases en Honduras y Nicaragua que hace dificil calcular cuántos combatientes están ahora mismo en activo y cuántos obedecen las órdenes de sus dirigentes.

El lobo y los lobeznos

En Honduras, mientras el comandante Ciro entregaba el miércoles simbólicamente su fusil al general español Agustín Quesada, jefe de las fuerzas de paz de la Organización de las Naciones Unidas, la Prensa hondureña informaba que algunos jefes y numerosos soldados de Resistencia Nicaragüense están decididos a seguir combatiendo hasta la eliminación del sandinismo.

El mismo comandante Johnny, uno de los participantes en las conversaciones de Managua, declaró en una conferencia de prensa que la condición para acabar con la guerra es la desarticulación del Ejército Popular Sandinista. "Si matamos a un lobo feroz y dejamos vivos a los hijitos, éstos heredarán algo del padre", dijo.

Oscar Sovalbarro, comandante Rubén, quien aparentemente ocupa en la actualidad el liderazgo de la guerrilla antisandinista, informó, por su parte, de que, pese al alto el fuego, las tropas de Resistencia Nicaragüense se defenderán si son atacadas por los sandinistas, y mencionó la pos¡bil ¡dad de hacer uso de cohetes si sufren ataques aéreos.

Dirigentes sandinistas han advertido, a través de sus órganos de Prensa, que este clima es altamente peligroso porque "el pueblo fue armado para defenderse de la contra y ahora está enardecido".

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