Los 'extraditables' rompen con Escobar
El grupo de narcotraficantes colombianos denominados extraditables -por estar reclamada su extradición por la jusiticia estadounidense- difundió ayer un comunicado en el cual critican los métodos violentos contra las fuerzas de seguridad, y culpan a Pablo Escobar, máximo dirigente del cártel de la droga de Medellín, por la guerra declarada hace ocho meses contra el Gobierno colombiano, partidario de la extradición.
La policía no dudaba ayer de la autenticidad del comunicado, que, en general, se ajusta a las normas habituales de los mensajes de los extraditables, aunque no fuera dirigido a un medio de comunicación de Medellín, como ocurre habitualmente. El comunicado indica una seria ruptura en el seno de los barones del narcotráfico y una pérdida de apoyo para Escobar. La policía refuerza así su optimismo sobre la posibilidad de acorralar al principal traficante de drogas del país, Pablo Escobar, de 39 años de edad. Sin embargo, oficiales del Ejército expresaron ayer sus dudas acerca de que Escobar permaneciera en Medellín.Las acciones terroristas ocasionaron el jueves pasado la muerte de 21 personas al estallar un coche bomba, y sólo en el último mes murieron 29 policías en acciones violentas atribuidas a los narcotraficantes. Los extraditables -agrupados bajo el lema "preferimos una tumba en Colombia que la cárcel en Estados Unidos"- afirman en su comunicado: "Los extraditables no estamos de acuerdo con las acciones terroristas que Pablo Escobar ha ordenado indiscriminadamente y a título personal". El comunicado, enviado el domingo por la noche a una radio de Bogotá, añade: "Públicamente rechazamos ante el pueblo de Colombia la conducta de Pablo Escobar porque va en contra de nuestra lucha, que es la de ser juzgados en nuestra patria".
El cártel de Medellín -capital de la droga- es proveedor de la mayor parte de los narcóticos que se introducen en Estados Unidos, y Escobar es el traficante más buscado por la justicia norteamericana. La policía culpa a Escobar de los brotes de violencia iniciados en agosto pasado cuando el Gobierno pasó a la ofensiva en la lucha contra los narcotraficantes.
Ola de muertes
Desde que se inició la escalada terrorista, la violencia se cobró en Colombia 240 víctimas mortales en ocho meses.
Los extraditables afirman en su comunicado que han reclamado a Escobar un cese de las hostilidades, y afirman que "rechazan la vía violenta, que nos fuerza a pagar la factura por su guerra personal". Los narcotraficantes afirman que fue Escobar quien ordenó el citado atentado con coche bomba en Bogotá.
Según la policía, los traficantes ofrecen a los pistoleros 4.300 dólares por la muerte de un policía y 10.500 dólares por la muerte de un miembro de las fuerzas especiales para la lucha antidroga, llamado Cuerpo de Elite. En el atentado del coche bomba murieron ocho miembros del Cuerpo de Elite y al menos 13 civiles.
Unos 300 miembros del cuerpo llegaron el sábado a Medellín, junto con cientos de soldados con equipo de guerra y 26 carros de combate, para reforzar las operaciones de búsqueda.
Por otra parte, el presidente de Argentina, Carlos Menem, declaró el pasado domingo en Bolivia que era necesario un nuevo Plan Marshall -como el desplegado por Estados Unidos para ayudar a Europa tras la II Guerra Mundial- para que las naciones de la región pudieran combatir al narcotráfico. Menem se entrevistó en la ciudad de Tarija, al sur de Bolivia, con el presidente de ese país, Jaime Paz Zamora. Menem dijo estar preocupado por el creciente paso de narcóticos a través del territorio argentino y dijo que su país solicitó ayuda para reprimirlo. El presidente argentino señaló que es obligación de Estados Unidos asistir financieramente a la persecución del tráfico de drogas, ya que de los 600.000 millones anuales que genera esa actividad ilícita, unos 400.000 millones se vuelcan anualmente en la economía estadounidense. El nuevo Plan Marshall debería ayudar a Colombia, Perú y Bolivia. Perú y Bolivia son los productores de la materia prima, la hoja de coca.
El narcotráfico genera al año unos 1.500 millones de dólares en Bolivia, de los cuales al menos 600 millones son inyectados en la vida económica del país. Paz Zamora declaró en la misma conferencia de prensa que su país ha realizado grandes esfuerzos para limitar el narcotráfico y lograr productos agrícolas sustitutorios. "La lucha debe ser frontal porque se trata de un mal que ataca a la humanidad, pero debe ser enfrentada por todas las naciones bajo el principio de la corresponsabilidad", agregó.
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