Las regiones atlánticas temen la instauración del mercado único

Las regiones europeas situadas en el margen atlántico están obligadas a poner en marcha estrategias económicas comunes para que su situación de marginalidad no se perpetúe tras la entrada en vigor del mercado único, según destacaron especialistas y empresarios de España, Portugal y Francia en un congreso clausurado ayer en Santiago de Compostela.Las jornadas El eje atlántico, una estrategia para el desarrollo, organizadas por la fundación Caixa Galicia, pusieron también de manifiesto el temor que existe en estas regiones a que las nuevas ayudas de la Comunidad Europea a los países del Este se hagan en detrimento de los fondos estructurales, destinados hasta ahora a las zonas más desfavorecidas dentro de los doce.

Expertos financieros y presidentes de grandes bancos europeos tales como el Lloyd Bank, Jereiny Morse, han opinado recientemente que los bancos europeos no iban a desviar sus fondos a los países del Este en detrimento de los países del sur de Europa que en principio son los que cuentan con regiones menos favorecidas.

Al congreso han asistido 150 especialistas y empresarios, entre ellos el jefe de la dirección de política regional de la CE, Claude Andre, y profesores universitarios franceses, españoles y portugueses. La mayoría de las ponencias presentadas insistieron en la necesidad de crear un eje de regiones atlánticas en el sur de Europa que pueda hacer frente a la preponderancia económicas de las zonas continental y mediterránea. Este eje abarcaría fundamentalmente el norte de Portugal, la cornisa cantábrica y la costa atlántica francesa, aunque en su discurso de clausura del congreso el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, se refirió también a Escocia e Irlanda, ausentes de las jornadas.

Este frente de regiones consideradas periféricas dentro de la CE debería convertirse en un grupo de presión ante Bruselas para solicitar fondos económicos que permitan mejorar sus infraestructuras y comunicaciones y no quedar al margen de los grandes proyectos industriales. Según el consejero delegado de Caixa Galicia, José Luis Méndez, el eje facilitaría también el establecimiento de cauces de colaboración entre entidades financieras de cada región, que se creasen canales propios para comercializar productos y que se promoviesen corporaciones industriales.

Los intentos por fundar un eje atlántico nacen de la convicción de que el mercado único definirá nuevos centros de desarrollo en Europa y ampliará a las regiones económicas la competencia actual entre las ciudades como señaló en su ponencia Claude Andre.

Empresarios gallegos y del norte de Portugal aprovecharon la celebración de este congreso para suscribir un acuerdo por el que se comprometen a coordinar sus demandas ante sus respectivos Gobiernos y la Comisión Europea. El intento de dar una respuesta a la posible marginación de los países del eje Atlántico seguirá en el futuro por cuanto los empresarios piensan que el epicentro decisor se situará lejos de esta vertiente Atlántica.