Marina obliga al petrolero que vertió crudo en Málaga a depositar 500 millones de aval

Las autoridades de Marina abrieron ayer un expediente al capitán del petrolero iraní Avaj-2, que el pasado miércoles vertió cerca de 100 toneladas de crudo en la bahía de Málaga. La empresa naviera dueña del petrolero deberá depositar una fianza o un aval bancario por valor de 500 millones de pesetas para que pueda el barco abandonar el fondeadero del puerto, donde se encuentra ahora. Ningún organismo responsable ha evaluado oficialmente las consecuencias que pueda tener el accidente.

Parte del crudo vertido llegó ayer a las playas de la bahía, afectando principalmente a la zona de la desembocadura del río Guadalhorce, paraje natural de gran valor ecológico y hábitat de numerosas especies de aves acuáticas. Las asociaciones ecologistas demandaron ayer que cese la descarga de crudo en la bahía malagueña. El crudo se recoge en la terminal de Repsol Petróleo, situada en pleno casco urbano, y se conduce después por un oleoducto hasta la central de Puertollano, en Ciudad Real. Ese traslado ha sido rechazado reiteradamente por el Ayuntamiento de Málaga por considerarlo poco acorde con la actividad turística de la ciudad.

Delito ecológico

El jurídico de la Armada que instruye el caso, Juan Galeote, señaló ayer que se desconocen aún los motivos por los que se dio la orden de "avante máquinas". Ello originó, según las primeras investigaciones realizadas, un desplazamiento brusco de unos 60 metros del barco, desenganchándose el ramal de la manguera conectada a tierra.El capitán del barco, el británico Douglas Wallace, prestará hoy declaración. La asociación ecologista Silvema ha anunciado también que presentará una denuncia por delito ecológico.