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El rey Balduino de Belgica se acoge a la incapacidad temporal para no firmar la ley del aborto

Isabel Ferrer

El rey Balduino de Bélgica, de 59 años, pasará a la historia de su país como el primer monarca que renunció al trono durante 36 horas aduciendo objeción de conciencia. El rey, contrario a la ley de despenalización del aborto aprobada la pasada semana por el Parlamento y el Senado, pidió al Gobierno belga que buscara una solución constitucional a fin de evitar su firma en el texto sin crear un vacío de poder. El Consejo de Ministros ha recurrido al artículo 82 de la carta magna, relativo a "la incapacidad temporal para reinar del representante de la Corona", que deja sus poderes en manos del Gabinete.

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Balduino I recuperará hoy el trono y, entre tanto, la ley habrá sido firmada por el Gobierno, encabezado por el cristianodemócrata Wilfried Martens, y publicada en el Boletín Oficial del Estado. El propio Gobierno publicó ayer una edición especial del Boletín donde anunciaba la incapacitación temporal del rey y la asunción de todos sus poderes por parte del Gabinete.El rey Balduino, profundo creyente y moralmente contrario al aborto, ha declarado que "su conciencia no le permitía firmar la ley". Con anterioridad, siempre había manifestado su postura ante la posible llegada de una ley despenalizadora. Ya en su discurso navideño recordó que los niños merecen especial protección y cuidado, y ello incluye los derechos del no nacido".

Esta semana, el monarca remitió una carta al primer ministro, Wilfred Martens, solicitando la búsqueda de una solución legal que le permitiera eludir la firma de un texto que no aceptaba, pero que había sido aprobado según la Constitución y siguiendo las normas vigentes en Bélgica.

Sólo un precedente

Ésta es la primera vez que la incapacitación contemplada en el artículo 82 de la carta magna se aplica así en Bélgica. Sólo en 1940, durante la II Guerra Mundial y cuando el rey Leopoldo III, padre del actual monarca, estuvo prisionero de los nazis, fue aplicada por razones de fuerza mayor la imposibilidad para reinar".

Cuando ésta se decide, el Consejo de Ministros asume los poderes constitucionales y legislativos del rey en nombre del pueblo belga. En este caso, una vez conocida la negativa de Balduino, el primer ministro se reunió con sus cuatro viceprimeros ministros, de Economía, Comunicaciones, Justicia y de la Región de Bruselas. En una segunda ronda estuvo presente el resto del Gabinete y se acordó aplicar la incapacitación, aceptada luego por el rey.

La ley del aborto será firmada por el Gabinete y publicada hoy, antes de que el rey recupere su corona. Ello sucederá en una sesión conjunta del Parlamento y el Senado prevista para las tres de esta tarde. Ambas Cámaras se encuentran de vacaciones y han sido convocadas urgentemente por el primer ministro, Martens.

La nueva ley belga de despenalización del embarazo contempla el riesgo grave para la vida de la madre como único supuesto. Una vez constatado éste, la responsabilidad de la operación recae sobre ella misma y el médico, pudiendo interrumpirse el embarazo sólo hasta la duodécima semana. El texto, el más moderado de la Comunidad Europea, fue aprobado por el Parlamento y el Senado el pasado mes de noviembre, tras 19 años de duras discusiones. Los socialcristianos flamencos hicieron todo lo posible por impedir la adopción de la ley, que salió adelante gracias al apoyo de socialistas francófonos y flamencos y de los liberales. Se espera que esta ley genere abundante jurisprudencia en el momento que los tribunales tengan que interpretarla. En su redacción, la ley establece la necesidad de un acuerdo entre la gestante y el médico para que la intervención pueda efectuarse.

Monarquía simbólica

La decisión adoptada por el Gobierno belga provocó ayer una auténtica batalla jurídico-política en el país entre los partidarios del actual compromiso que respeta la libertad de conciencia del rey, también ciudadano, y los que creen que la Corona es, sobre todo, una institución que no puede mantener especiales relaciones con el Ejecutivo. El profesor de Derecho Constitucional y anciano parlamentario François Perrin calificó el subterfugio legal de "ficción surrealista", mientras eurodiputados socialistas belgas reclamaban la abdicación del monarca por negarse a sancionar una ley votada por los representantes del pueblo.

Durante el día de ayer, la televisión belga recogió también declaraciones de políticos y catedráticos de Universidad, que propusieron la adopción de la República como forma de Gobierno para el país o la transformación de la figura del rey en una institución simbólica, al estilo sueco, para evitar que situaciones como ésta puedan repertirse en el futuro.

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