Ros Marbà considera "maravilloso" el reparto de 'Las bodas de Fígaro'
Dirigirá la ópera de Mozart en el teatro de la Zarzuela a partir de mañana
Para Antoni Ros Marbà un reparto maravilloso es aquel en el que nadie compite por hacer el agudo más largo. El director de orquesta, que mañana actuará en el teatro de la Zarzuela de Madrid en la primera representación de Las bodas de Fígaro, asegura que ese reparto ideal se ha logrado en esta producción. Lella Cuberli, Carlos Chausson, Richard Stilweil y María Bayo son los principales cantantes. Ros Marbá, obsesionado ahora con Mozart, no quiere extenderse sobre sus objetivos como director artístico del teatro Real, aunque dice que "se cumplirán los planes previstos" para su apertura como teatro de ópera.
La prudencia es uno de los rasgos del director de orquesta catalán, y más cuando de lo que se habla es de algo tan complejo como un montaje operístico. Por eso, aunque se le nota muy satisfecho con esta producción, pone peros y matiza lo que concede, no sea que cualquier imprevisto desluzca el resultado final.El equipo artístico que ha preparado este título ha realizado el trabajo "con ganas de pasarlo bien", según Ros Marbà, y los cantantes se han puesto "al servicio del logro colectivo", lo que considera especialmente destacable. Entre ellos, aparece la soprano navarra María Bayo, una de las revelaciones entre la nueva generaciones española de cantantes. Si ya Teresa Berganza hizo grandes elogios de la joven, Ros Marbá se suma a ellos y habla de su "inteligencia musical", de su voz, "que es muy bonita", y de su rigor a la hora de entender a Mozart.
Las bodas de Fígaro (Le Nozze Di Figaro), comedia en cuatro actos con libreto de Lorenzo Da Ponte basado en Le marriage de Figaro, de Beaumarchais, se estrenó en el Hoftheater de Viena el 1 de mayo de 1786. "La obra es una crítica a un tipo de sociedad muy determinada", dice Ros Marbá. "Por una parte, se critica el derecho de pernada y, paralelamente, se muestra el espíritu relvindicativo del elemento femenino: los derechos de la mujer. Esto es curioso, porque Mozart siempre introduce algo en sus obras que, a través de una anécdota o planteamiento, por muy frívolo que parezca, te hace reflexionar seriamente. Es un poco el reflejo de Mozart mismo, alguien de quien ha quedado una imagen vulgar y banal que vemos, resquebrajarse tras una lectura más profunda".
Como ejemplo de la unidad obtenida por Mozart en la composición de esta ópera, Ros Marbá dice que no ha cortado nada, ni siquiera algún recitativo. "Porque si lo hubiera hecho creo que se perdería ese sentido orgánico, redondo como la esfera de un reloj".
Las bodas de Fígaro es una de las primeras ópera que Ros Marbá vio cuando era niño. "La he estudiado en profundidad y siempre descubro detalles nuevos. El planteamiento tonal es de una enorme inteligencia", dice. La tonalidad como elemento de tensión, el planteamiento armónico y los distintos cambios de tempo al servicio de la acción dramática, son algunas pistas que responden, según Ros Marbà, a la pregunta de cómo Mozart logra crear el clima homogéneo de la obra.
El director artístico del Teatro Real no tiene otra cosa en la cabeza en estos días que la música de Mozart, y personajes como Fígaro, Cherubino, la condesa, el doctor Bartolo y Barbarina. Por eso, sobre el proyecto de apertura del Real como teatro de ópera en otoño de 1992 se limita a decir que los planes se están desarrollando según lo previsto. Un Ros Marbà optimista no cree que realizar un trabajo conectado con lo administrativo vaya a ser incompatible con su pasión musical. "Creo que el estar creando una infraestructura musical en un teatro tiene una gran importancia", concluye.
Babelia
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