Gorbachov pide a Lituania que anule su independencia
El líder soviético, Mijail Gorbachov, realizó ayer un llamamiento al Soviet Supremo de Lituania para que anule sin dilaciones su declaración unilateral de independencia, y señaló que con ello se abriría una posibilidad de discutir el problema en el marco de la Constitución soviética. El presidente consideró que ésta es la "única base aceptable", y acusó a los lituanos de mantener una "actitud desafiante y ofensiva" para con la URSS. "Quiero decir una vez más que este camino es destructivo y sólo lleva al callejón sin salida", señaló.
Antes de este llamamiento al Soviet Supremo de Lituania, Gorbachov formuló otro, que tiene que el mismo espíritu, dirigido al pueblo liltuano. En un tono vibrante, el líder soviético afirma que las acciones emprendidas por Lituania no tienen base lógica y se realizan cuando "verdaderamente hemos empezado a resolver las cuestiones fundamentales de la federacion soviética sobre una base democrática". En el mismo mensaje, Gorbachov dice que la situación en Lituania ha adquirido un carácter "dramático" y advierte que si ahora "no se escucha la, voz de la razón, los acontecimientos pueden tener graves consecuencias para todos".La República Soviética de Bielorrusia se sumó ayer a las presiones de Moscú sobre Lituania con una declaración oficial que plantea amplias reivindicaciones territoriales a Vilna en el caso de persistir en su actitud independentista.
El Kremlin continúa apoderándose progresivamente de las posiciones claves con la ocupación policial, en la noche del viernes, de la Fiscalía de Lituania, el archivo del partido y la imprenta donde se editan los principales periódicos de la república, según informó un portavoz del Sajudis contactado telefónicamente.
Posición de España
Mientras tanto, los medios de comunicación en Moscú, embarcados en una guerra psicológica con los independentistas de Vilna, recogen las reacciones internacionales para avalar al Kremlin ante el conflicto. El periódico Izvestia citaba en su primera página la posición negativa de España a reconocer a Lituania, y aclaraba que ésta había sido la respuesta a una propuesta del Grupo Parlamentario del Partido Nacionalista Vasco.
Las reivindicaciones bielorrusas sobre el territorio lituano son, en opinión de observadores políticos, un peligroso juguete, ya que hacen valer argumentos que tendrían carácter muy desestabilizador en caso de ser utilizados para revisar fronteras internacionales europeas surgidas tras la II Guerra Mundial.
El Presidium del Soviet Suprerno de Bielorrusia, en una nota emitida el viernes, manifestaba que Lituania recibió un ancestral territorio bielorru-so", por decisión de los órganos superiores de la URSS posteriormente a 1938. En caso de que la república abandone la URSS y adopte la Constitución de 1938, "Bielorrusia no se considerará vinculada por todas las leyes, decretos y otras disposiciones concernientes a la entrega a Lituania de una parte de las tierras bielorrusas". Las reivindicaciones bielorrusas hacen referencia a seis distritos distintos; uno de ellos, en su integridad , y los otros, parcialemente. La población bielorrusa en estos distritos es minoritaria, pero la reivindicación no se hace sobre una base étnica, sino histórica. Lituania se incorporó formalmente a la URSS el 3 de agosto de 1940, con una franja de territorio adicional que había pertenecido a la Polonia oriental y que durante cierto tiempo fue administrada por Bielorrusia.
Para el caso de que Lituania mantenga su línea independentista, la disposición del Soviet Supremo de Bielorrusia pone también en cuestión el tratado del 10 de octubre de 1939, mediante el cual la URSS daba a Lituania la ciudad y la región de Vilna. Tal tratado afecta a los intereses de la población bielorrusa que vive en este territorio bajo jurisdicción soviética des
de la segunda mitad de septiembre de 1939. De forma indirecta, los dirigentes bielorrusos ponen en juego también los intereses polacos, ya que Vilna y el territorio de Vilna fueron arrebatados a Polonia por Stalin en septiembre de 1939 y entregados el 10 de octubre de 1939 a la Lituania burguesa.
expresar su solidaridad con las reclamaciones de Lituania y su rechazo por la política del Kremlin.
El mitin de ayer, convocado por el grupo de intelectuales que forman el club La Tribuna de la capital soviética, fue autorizado por el Ayuntamiento de la capital soviética, a punto de convertirse en un bastión de las fuerzas refórmistas después de la victoria lograda por la plataforma Rusia Democrática en las recientes elecciones municipales.
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