Los 'casos' Juan Guerra y Prenafeta acercan al PSOE y a los nacionalistas catalanes

JOSÉANTICH El PSOE y los nacionalistas catalanes tienen en fase "muy avanzada" una serie de acuerdos sobre política general y autonómica, que suponen un importante acercamiento entre ambas formaciones, estimulado por la actitud defensiva que unos y otros han adoptado ante los casos Juan Guerra y, Prenafeta. Dirigentes de Convergència i Unió (CiU) consideran "más que probable" que se impongan las tesis de Miquel Roca, y que sus diputados se abstengan en la votación de la cuestión de confianza a que se someterá el presidente del Gobierno español en el Parlamento. Ésta sería la primera vez que CiU dejaría de votar negativamente una investidura, tras la presentación de la querella contra los ex directivos de Banca Catalana en 1984.

Dirigentes socialistas y, nacionalistas reconocen en privado que los casos Juan Guerra y Prenafeta han actuado como catalizadores del acercamiento político Y han incrementado la Voluntad de acuerdo, "Dos partidos de gobierno tocados por el mismo lado han optado inteligentemente por sumar fuerzas en vez de pelearse", explicó un cualificado dirigente de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC). "No hay ningún acuerdo general con los nacionalistas catalanes, ni en principio está previsto, pero es lógico que la situación política tienda a colocarnos de hecho en posiciones cercanas, porque somos dos partidos con historial democrático y con responsabilidades de gobierno", manifestó a este diario una alta fuente del Gobierno socialista.A juicio de los convergentes, el desbloqueo de algunos contenciosos pendientes entre el Gobierno central y la Administración autonómica es un claro reflejo de la nueva situación. El acuerdo ya suscrito con el Gobierno para el despliegue de la Policía Autonómica catalana, la próxima firma del pacto sobre la normalización del catalán anunciado el viernes por Miquel Roca, el enfoque positivo en la modificación del sistema de financiación autonómica y la mejora del sistema de financiación de la red sanitaria dependiente de la Generalitat son varios de los ejemplos citados de la nueva relación.

En este sentido, informa la agencia EFE, el grupo socialista ha manifestado su disposición favorable a aceptar las enmiendas de CIU que rebajan el severo régimen de incompatibilidades propuesto por el PSOE para diputados y, senadores, en respuesta a los ataques recibidos tras estallar el escándalo Juan Guerra.

La intervención de Roca en la solución de muchos de los contenciosos señalados ha sido decisiva, lo que ha reforzado su cotización en Madrid como negociador de la Generalitat. Roca, que ha tenido muchas dificultades en su labor negociadora con el Gobierno desde que puso en marcha la operación reformista en 1986, vuelve en estas fechas a conversar amigablemente con los ministros, y éstos responden con diligencia a sus llamadas.

"Roca vuelve a disfrutar en Madrid, se ha olvidado de la posibilidad de optar a la alcaldía de Barcelona y en sus cálculos vuelve a estar el incidir en la política española", manifestó un colaborador del secretario general de CIU. Por esta razón, ha deferidido con entusiasnio ante Jordi Pujol, que el grupo Catalán opte por la abstención en la moción de confianza a que se someterá Felipe González el 5 de abril próximo. Tanto Pujol como los diputados de Unió Democrática (UDC), socio menor de CIU, son poco partidarios de abstenerse, aunque reconocen que-todoestá preparado para que ésta sea la decisión". Precisamente hoy se reúne el Consell Nacional de CDC, que podría debatir la posición que adoptará.

El dirigente democristiano Josep Antoni Duran Lleida, que tradicionalmente ha defendido la búsqueda de acuerdos con los socialistas, no sólo en Madrid sino también en Cataluña, opina que debe estabilizarse una línea de actuación política alejada de los giros bruscos de los últimos meses.

Desconcierto

Pero no todos los dirigentes y cuadros de IU piensan igual. Además, muchos de ellos están sorprendidos y desconcertados por el brusco cambio de rumbo experimentado por CIU en Madrid. Recuerdan que poco después de las elecciones generales, y a la vista de la pérdida de votos socialista, Roca planteó una política de dureza contra el PSOE.

Este discurso entró en una clara inflexión a raíz de las denuncias contra el hermano del vicepresidente del Gobierno Y el caso Casinos de Catalunya. Más tarde se enterró la polémica sobre la autodeterminación, y, Roca arropó a Alfonso Guerra en su comparecencia en el Congreso.

Desde aquella fecha, y sobre todo desde que se conoció la decisión de la fiscalía de Barcelona de presentar una querella contra el secretario general de la Presidencia de la Gencralitat, Lluís Preriafeta, ha calado la impresión de que existe un amplio acuerdo entre GU el PSOE.