La Comunidad Europea creará un fondo especial de ayuda regional para Alemania Oriental

República Democrática Alemana (RDA) recibirá entre 1.000 y 2.000 millones de ECU (unidad de cuenta europea, entre 130.000 y 260.000 millones de pesetas) en ayudas regionales de la CE hasta 1993, según los estudios previos elaborados por la Comisión Europea para evaluar el impacto de su ingreso en la Comunidad. El informe técnico propone un fondo adicional que no afecte en absoluto a los 60.000 millones de ECU (7,8 billones de pesetas) aprobado para los fondos estructurales de la CE durante el período 1989-1993

El estudio sobre las ayudas regionales que la CE deberá aportar a lo que hoy son territorios de la RDA y que, tras la unificación alemana, adquirirán naturaleza comunitaria, forma parte del conjunto de análisis elaborados por las, diferentes direcciones generales de la Comisión Europea. Estos informes están coordinados por el secretario general del Ejecutivo comunitario, David Williamson, a quien le ha sido encomendada la labor de síntesis previa para las propuestas concretas que la Comisión Europea presentará a la aprobación de la cumbre extraordinaria de Dublín el próximo 28 de abril.A pesar de las presiones del Gobierno de la RFA para incluir todos o parte de los lander de la RDA dentro de la categoría de regiones más desfavorecidas, los expertos comunitarios consideran que no hay base real que lo justifique. "Las estadísticas de que disponemos por el momento no son nada fiables", afirma un responsable comunitario. Sin embargo, el estudio se inclina de forma segura a que la mayoría de la RDA no podrá ser incluida dentro del obietivo uno o de regiones menos desarrolladas. El peso del sector industrial en la RDA, que representa el 50% de la economía frente a una media comunitaria del 33%, inclina a los expertos a proponer, como más adecuadas, las ayudas destinadas a las regiones industriales en crisis (objetivo dos de la CE). También. se podría beneficiar del objetivo 5b para las zonas atrasadas agrícolas.

Esta distinción será la clave del debate, porque el objetivo uno para las regiones más pobres absorbe el 75% de los fondos estructurales de la CE. En todo caso, según fuentes comunitarias, "la decisión final será política y la RFA nos empuja a ser más generosos". La propuesta de financiación de entre 130.000 y 260.000 millones de pesetas hasta 1993 es sensiblemente inferior a los cálculos iniciales de la Comisión, que aventuraba una cifra similar por cada año.

El papel de España

En lo que respecta a España y los otros países del sur más beneficiados por los fondos comunitarios, sus intereses quedan salvaguardados con el modelo de un fondo adicional para la RDA, hasta la revisión global que se hará en 1993. Ello implica que España tendrá que contribuir en ayuda de la RDA con un 8,08% del total, que es su cuota de participación en el presupuesto de la CE. Pero, a cambio, evitará cualquier merma de su parte en los actuales fondos, de los que se beneficia en una proporción muy superior. Por ejemplo, recibe más del 27% del dinero del FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional). A partir de 1993, los fondos pasarían a ser globales con la RDA incluida.

[El secretario de Estado para la Comunidad Europea, Pedro Solbes, afirmó ayer, durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, que las ayudas a la RDA no deben suponer una merma de los fondos estructurales que recibe España, sino que habrá que realizar nuevas dotaciones.]

El ingreso de la RDA en la CE parece que se producirá automáticamente una vez culminada la unificación alemana. El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, y el vicepresidente, Martin Bangemann, han apuntado el año 1992 como fecha más probable para la adhesión. A partir de ahí, entraría en vigor un período transitorio -similar al concedido a España y Portugal- para la aplicación de determinadas políticas comunitarias en lo que hoy es la RDA.

En principio, la política agraria común (PAC) es la que plantea mayores dificultades técnicas y financieras. En el sector industrial, aunque se avanza que el tejido industrial germanooriental es obsoleto y que un 30% de las instalaciones deberán ser cerradas, se cuenta con que el caudal de inversiones de la RFA y el apoyo de la CE serán suficientes.

Las relaciones exteriores de Alemania del Este plantean numerosas incógnitas, especialmente los estrechos lazos comerciales con la URSS, que incluyen compromisos de suministros que transgreden las normas de la CE. Aunque existen estudios que indican que la Alemania unida proporcionará un mercado más amplio para los demás socios comunitarios y generará un crecimiento extra del 0,5% anual, los problemas más graves se plantean por el acceso a los mercados del Este. La RFA, a través de la RDA, dispone de una plataforma privilegiada e incluso podría sortear las prohibiciones del COCOM para la exportación de tecnología.