El Gobierno británico prepara una amplia operación de seguridad para evitar la violencia en el Mundial
El Gobierno británico está ultimando los preparativos de la mayor operación de seguridad que se haya previsto contra la violencia deportiva con vistas al Campeonato del Mundo de fútbol de este año. Londres coordina esfuerzos con París, Roma y La Haya en un intento de controlar a los miles de hinchas que van a desplazarse hasta Italia. La policía dice tener información de que hooligans ingleses y holandeses ya han establecido citas para medir sus fuerzas.Los planes gubernamentales tratan de evitar que la marabunta de 20.00 escoceses, 15.000 ingleses y galeses y unos '10.000 irlandeses -a los que se van a unir decenas de millares de holandeses, belgas y alemanes, camino del sur-, convierta a Atila en una hermanita de la caridad a su paso por Francia, donde unos y otros van a coincidir por las mismas fechas y con las mismas intenciones. Las autoridades británicas han hecho saber a las francesas e italianas que no deben apartar un segundo la vista de los hinchas y que las ciudades de paso han de estar prevenidas. Los consulados británicos en localidades clave de Francia e Itaia ha han sido reforzados "en la mayor operación que el Gobierno ha montado en relación con un acontecimiento deportivo", según declaran al Sunday Telegraph fuentes de Whitehall: "Se hace el esfuerzo para salvar nuestra reputación". Los hooligans tienen un concepto distinto del honor patrio y uno de ellos afirma: "Ia violencia es cuestión de estar orgulloso de tu país. Ganamos dos guerras mundiales y eso se sube a la cabeza".
La federación inglesa maniobró antes del sorteo de la fase final, en detrimento de las aspiraciones españolas, para aislar a su selección y sus seguidores en Cerdeña. A Londres se le cayeron los palos del sombrajo cuando la fortuna determinó que los holandeses -el peor de los rivales en cuanto a posibilidades de violencia- estuvieran en el mismo grupo. "Hablamos de un millar de violentos hoooligans de Inglaterra y Holanda en una isla durante 14 días. Se ponen los pelos de punta", dice Adrian Appleby, responsable policial. Aparte de la propia isla, las autoridades británicas consideran Génova otro punto delicado: es puerto de embarque para Cerdeña y base de la selección escocesa.
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