Granada, capital del tango

Sobre el escenario, al fondo, un piano, un bandoneón -fuelle, en el argot- y un contrabajo. A oscuras, dos bailarines, Paola y Claudio, se deslizan con la agilidad del deseo. Se encienden las luces y el público arranca en aplausos. Así comenzó en Granada, en el teatro lsabel la Católica, el II Festival de Tango la noche del pasado jueves, un festival que este año ha conmemorado el centenario del nacimiento de Carlos Gardel.Roberto Goyeneche, Eladia Blázquez, Ángel Ridolfi, Néstor Marconi, Tarantino, Horacio Salgán y Ubaldo de Lío, siete de los tangueros argentinos más prestigiosos del momento, han volado hasta España para actuar en el certamen de tres días de tango, que concluyó el pasado fin de semana, y con el que se trata de recuperar para Granada la tradición de ciudad abierta a cualquier iniciativa cultural. Un certamen en el que, además de cantar, también se habla de lo que habla el tango, "del sentimiento trágico de la vida".

"Porque el tango, en esencia, tiene mucho de eso, del sentimiento trágico de la vida del que hablaba Unamuno", asegura la compositora e intérprete Eladia Blázquez, que conoció a Federico García Lorca y que hoy es uno de los grandes pilares de la renovación de ese estilo musical. "Es como el flamenco: en tres minutos das un pequeño tratado de filosofía, filosofía de la calle, pero filosofía. La vida de un hombre está en una copla: eso es el tango, melancolía y desgarro".

La idea de montar un festival de este tipo en Granada partió de un argentino exiliado en la ciudad desde 1980, Horacio Rébora, propietario de La Tertulia, un local que en otro tiempo concentró gran parte de los movimientos culturales granadinos. "El certamen tiene su precedente", explica Rébora, "en las jornadas que sobre el tango se organizaron entre 1981 y 1983 en La Tertulia. Desde esa época yo venía insistiendo para que Granada contara con un festival dedicado al género".

Poemas

Ya en 1.982, Rébora editó un libro, Granada tango, que recogía una antología de letras con la inspiración de los arrabales escritas expresamente por los poetas Luis García Montero, Álvaro Salvador, Juan de Loxa, Javier Egea, además de dos exclusivas de Mario Benedetti y Julio Cortázar. Cuando el argentino propuso el proyecto al Ayuntamiento de Granada, la corporación aceptó."La facilidad para organizarlo", explica Rébora, "vino dada por la posibilidad de hacer un festival de gran nivel, con las primeras figuras, sin que costara mucho dinero, debido básicamente a la crisis económica argentina". "Hay que tener en cuenta además", afirma por su parte el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada, José Miguel Castillo, "que Granada, en buena medida, está muy relacionada con Argentina. Hubo tres grandes emigraciones de granadinos, tanto de la capital como de la Alpujarra, a Buenos Aires; muchos también se exiliaron allí tras la guerra civil. García Lorca fue hasta casa de Gardel para conocerlo; y un certamen de estas características no es ajeno a la ciudad".

La edición del festival ofreció este año una muestra de las diferentes tendencias del tango, desde el clásico, el de la guardia vieja de Gardel y Discépolo, representado por Goyeneche el Polaco, hasta el de la renovación de Piazzola o Eladia Blázquez, más comprometido socialmente. "El tango ha cambiado mucho y Europa no ha conocido esos cambios", apunta Eladia Blázquez, hija de una granadina. "Es un género que se basa en vivencias, un testimonio de lo que pasa, es una manera de ser acorde con el momento que vives".