El índice de tuberculosis en la ciudad de Barcelona se ha doblado a lo largo de los últimos años
El índice de casos de tuberculosis se ha doblado en la ciudad de Barcelona entre 1985 y 1988, según un estudio epidemiológico realizado por el Instituto Municipal de la Salud. La incidencia de la tuberculosis estaba descendiendo, como en el resto de países europeos, pero en 1985 se observó que el descenso no seguía el ritmo esperado y a partir de esa fecha no sólo dejó de bajar, sino que comenzó a incrementarse de forma significativa.
La principal causa de este incremento es, según Mercé Casas, directora del Instituto Municipal de Salud, el elevado índice de toxicómanos que hay en la ciudad portadores del virus del SIDA o que han desarrollado ya la enfermedad. Este sector de toxicómanos es precisamente el más impermeable a las recomendaciones sanitarias, lo cual plantea un grave problema de salud pública, porque se convierten en un foco de expansión de la tuberculosis a la población general.En 1988 se diagnosticaron en Barcelona un total de 1.012 nuevos casos de tuberculosis, lo que representa un índice de 58,3 nuevos casos por cada 100.000 habitantes. Cuatro años antes, en 1985, el índice se situaba en 27 casos por 100.000 habitantes, es decir, menos de la mitad. En 1986 el índice ascendió a 35,6 y el 1987 a 46.4. "En el momento en que comprobamos que el número de nuevos casos diagnosticados no descendía al ritmo de los años anteriores iniciamos un programa especial de vigilancia para descubrir las causas de esta desaceleración", explica Mercé Casas.
En ese momento, el índice de tuberculosis en Barcelona era similar al del resto de países mediterráneos de Europa y ligeramente superior al de los países nórdicos y Estados Unidos. Una parte del incremento que se observa en los años 1986 y 1987 no corresponde a un aumento neto de esos años, sino que, por el hecho (de aplicarse un programa especial de vigilancia, se diagnosticaron esos años casos que, por darse en sectores muy marginales, no habían sido declarados con anterioridad.
En cualquier caso, el incremento se ha mantenido de forma sostenida durante los últimos años, invirtiéndose por completo la tendencia anterior.
Más vulnerables
El programa emprendido por el Instituto Municipal de la Salud ha revelado que el incremento se ha dado especialmente entre la población toxicómana y particularmente entre los drogadictos portadores del SIDA. Estudios efectuados en otros países han corroborado que el mismo fenómenos se produce en las grandes ciudades de Estados Unidos o Europa con alta incidencia de drogadicción o SIDA, aunque es más significativo en el caso de Barcelona porque en ella la expansión del SIDA está estrechamente vinculada a la drogadicción por vía endovenosa. Has la el punto de que la mortalidad por SIDA ha desplazado ya a la impropiamente llamada mortalidad por sobredosis.
"Hemos estudiado la incidencia de la tuberculosis en cuatro grupos de riesgo: el alcoholismo, la indigencia, la drogadicción y el tener antecedentes familiares de tuberculosis. El resultado del estudio revela que entre los drogadictos se da un índice de tuberculosis muy superior al de los otros grupos, aunque también estos presentan un índice de afectación superior a la población general", explica Mercé Casas.
Lo que hace más vulnerables a los toxicómanos frente al bacilo de Cock es precisamente su contacto con el SIDA. Tanto si han desarrollado el síndrome como si son simplemente portadores del virus, tienen un mayor riesgo de contraer también tuberculosis. La relación es tan estrecha que desde hace un tiempo, cuando un portador del virus contrae tuberculosis se le declara como enfermo del SIDA porque se considera en este caso como la primera manifestación del síndrome. "Es decir", continúa Mercé Casas, "que ser toxicómano es un factor de predicción del SIDA y haber sido infectado por el virus es además un factor de predicción de la tuberculosis". El problema es que el tratamiento de la tuberculosis es muy largo y pocos toxicómanos están dispuestos a seguirlo, por lo que se convierten en un foco de contagio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.