De Finito a Chamaco
La presentación de Chamaco en Nimes no pudo ser más apoteósica en la noche del sábado. Cortó tres orejas, que aquí casi las corta cualquiera, cierto es; lo que ya no hacen muchos es encandilar al respetable hasta límites de histerismo, y esto ya de por sí es chocante.La conexión vía emoción la logra Chamaco al tomar la muleta, puesto que el sábado por la noche pasó desapercibido con el capote. Mas en el tercio final, y de rodillas, que es como suele comerizar su toreo, enhebra afarolados con derechazos en progresiva continuidad, lo que desorbita los tendidos. Se pasa al novillo por aquí y por allá, se levanta y estático liga el natural al de pecho, el redondo al circular, y de nuevo, y en lo que llaman un palmito de terreno, reboza la muleta por el hocico de la res. Vestigios de un cercano pasado en esta interpretación del toreo que parece su. fuerte.
Fernández / Loré, Córdoba, Chamaco
Torrestrella / Punta, Cámara, PonceCinco novillos de Fernández Cobaleda, con tipo y sin cara, mansos y nobles. Uno de Jandilla, gordote y manso. Denis Loré: oreja y palmas. Finito de Córdoba: oreja y palmas. Chamaco: dos orejas y una oreja. Arenas de Nimes, 24 de febrero. Noche. Tercer festejo de feria. Cinco novillos de Torrestrella, nobles y encastados, y un sobrero de Manolo González, con trapío y, manso. A. M. Punta. oreja y dos orejas. E. Ponce: palmas en su lote. F. Cámara: vuelta en su lote. Arenas de Nimes, 25 de febrero. Por la mañana. Cuarto festejo de feria.
Pero si Chamaco puede ser la moda, el toreo será, salvo imprevistos, Finito de Córdoba. La intuición de este diestro en la interpretación del toreo puede ser esencial. Majestuoso con el capote, realizó un bello quite por chicuelinas a su primero, que, replicado por Chamaco, no sirvió para enmendarle la plana.
El sentido de las distancias ante los nobles novillos de Fernández Cobaleda le valió a Finito para torear limpio al natural, adelantando la pierna, citando la muleta por delante y trayéndose al toro embarcado con singular deleite. Limpios los remates de los pases y perfecto de colocación para realizar el siguiente. Acaba las faenas con bellos ayudados por alto y bajo o, cuando no, con tres manoletinas, como fuciante su segundo.
En el mismo festejo actuaba el francés Denis Loré, y volvió a resitar el monótono torero pega-pases que es. Aunque, a pesar de ello, dos tandas de naturales hechas ante su primero fueron exactas de temple y ligazón, algo que después quedó diluido en la maratoniana serie de pases en avalancha.
El domingo, en la matinal, y coja cinco novillos de Torrestrella y uno de Manolo González, salió a hombros Antonio Manuel Punta, tras cortar tres orejas benévolas, de las que aquí se concedeja con cierta alegría. Se les ve a ciertos jóvenes ese imitar a sus mayores vetando la personalidad que puedan tener ellos mismos. Así se comportó Antonio Manuel Punta con su primero, haciendo un toreo ojedista sin ser Ojeda.
Ante el segundo, excelente como todos los novillos lidiados, tardó en extraer del toreo al natural los pases más bellos y ligados que se vieron en toda la mañana.
Del desdibujado Ponce ante su primero, pasó el público a ver a un torero interesante, con un segundo novillo bronco, manso y rebrincado, el quinto, sobre todo en una meritoria labor de mando y dominio. Fernando Cámara fue quien tuvo una res inválida, su primera, a la que mimó bien, sobre todo con la franela en la mano izquierda. De más a menos puede calificarse su faena ante el excelente ejemplar último, al que, por otra parte, el subalterno Vallito banderilleó impecablemente, teniendo que saludar montera en mano.
Babelia
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