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Reportaje:

Líneas sueltas y tonos del bosque

La Pasarela Cibeles aporta una diversidad de tendencias en la moda del próximo otoño

El Salón y Pasarela Cibeles se clausuró ayer tarde en el Palacio de Congresos de Madrid, donde durante los últimos días han expuesto 70 firmas sus propuestas de pret-á-porter femenino para el otoño-invierno 1990-1991 y han presentado sus colecciones en desfiles 15 diseñadores españoles: Jordi Cuesta, Tráfico de Modas, Loewe, Roberto Verino, Adolfo Domínguez, Jesús del Pozo, Manuel Piña, Nacho Ruiz, Montesinos Alama, Ángel Schlesser, René Zamudio, Veva Meden, Ángela Arregui, Devota y Lomba y Victorio y Lucchino. Dentro de la diversidad predomina el mantón.

Han acudido a las cita unos 280 periodistas y 100 fotógrafos, además de cadenas de televisión nacionales e internacionales, incluyendo compradores de Europa, Estados Unidos y Japón. Se espera que se supere el volumen de ventas de la edición anterior de septiembre, que entonces alcanzó 3..400 millones de pesetas, aunque se ha notado un descenso de compradores, debido a la gran oferta de marcas en hoteles madrileños y a la espera de los salones de Milán y París.Difícilmente se puede sacar una conclusión concreta ni siquiera un denominador común de lo que serán las tendencias más marcadas para la próxima temporada, aunque se aprecian algunas piezas que suelen aparecer salpicadas con más frecuencia de entre los diseñadores. Por ejemplo, el mantón, echarpe o estola grande y largo, que envuelve casi todo desde el día y hasta la noche, con o sin bordados y flecos; el traje de chaqueta alargada y ligeramente entallada combinada con shorts, minifalda, falda larga Y recta o falda capa y casi siempre monocolores; americanas o blazers ceñidos por encima de la cadera, chaquetones estilo Parker deportivos, abrigos sueltos y holgados de línea trapecio en todos los largos, desde mini a maxi, generalmente con grandes capuchas, solapas chal, mangas anchas con puños sueltos, abrigos de cortes trench a tono con cinturones de tela o la línea redingote, ceñido a la cintura.

Los pantalones oscilan entre los superanchos, estilos falda pantalón, con y sin tablas, de cortes más convencionales y rectos con pinzas y otros estrechos de talles altos, pasando por el clásico jodphur y chaquetas cortas tipo cazadora. Para la noche abundan vestidos largos, estrechos y entallados, con rajas profundas en las piernas.

Los tejidos más evidentes son los paños de lana, creps de lana viscosa, las microfibras impermeables, los tweet harris, el ante, napa y nobuk, y para más vestir, los terciopelos lisos o bordados con pedrería, las gasas, organzas y shantung de seda y cualquiera de los anteriores con forma guateada o pespunteada. El colorido es rico y apetitoso, a base de granates, berenjenas, ciruelas y tonos del bosque, como verde hoja, oliva o gres, tejas, castaños y naranjas quemados, además de los oscuros negros, marinos y gris plomo, hasta los claros pasteles polvorosos de gamuza, verde y azul acuarela.

Destacaron las líneas cómodas y prácticas para el sport ciudad de los dos últimos fichajes de El Corte Inglés, Roberto Verinno y Nacho Ruiz. Verinno acertó con largos abrigos-gabardinas reversibles en lana por un lado y microfibra liso o estampado por otra, su línea week-end para pantalones de ante tipo ecuestre en tono vainilla, a juego con chaqueta de corte de montar y siempre con jerséis de ochos, además de un atrevido mono en punto ceñido cubierto simplemente por un blazer largo de un solo botón. Nacho Ruiz hizo un despliegue de trajes de pantalón de coste sastrería con detalles originales, como mangas drapeadas en los codos.

Adolfo Domínguez sorprendió con una propuesta ajena a sus habituales siluetas sueltas, inspirándose en la alta costura años 40 de Dior y Balenciaga, sin contar con la gracia de los dos maestros. Tráfico de Modas prefirió una silueta parca y depurada para trajes de chaqueta en lanas grises o marrones jaspeados y vestidos pichi con blusas de lazos grandes con cierto aire de institutriz. Jesús del Pozo desarrolló con gran perfección su mujer delicada, femenina y etérea, envuelta en largos abrigos fluidos y sueltos, chaquetas y blusas de torsos menudos pegados al cuerpo, donde prácticamente desaparecen los hombros, y en cambio, grandes y voluminosas falda s capas en formas triangulares, predominando la seda y el shantung para chaquetas de día.Montesinos tomó como punto de referencia la historia reciente de España, incluyendo la posguerra, el exilio, las cosas del querer, para sus salidas con mantones de Manila y mantas del Ejército, sus chaquetas y cazadoras de harris tweet bordados y con aplicaciones de ante, sus estampados de flores sobre fondo rojo al estilo Virgen de la Paloma, y para la noche, organzas de senda transparentes para pantalones harén y capas gigantes ribeteadas con plumas de marabú.

Manuel Piña apuesta por una silueta ceñida a base de minivestidos y monos completos con ribetes tridimensionales que recuerda a Wonderwoman.

Levantó el ánimo de todos los asistentes el estreno en Pasarela Cibeles de dos nuevos valores: Ángel Schlesser, con sus coordinados de corte y confección impecable para chaquetones siete octavos o abrigos maxi sobre shorts y minifaldas de paño, y Veva Medem, por sus conjuntos con capelinas y capuchas incorporadas con pantalones ceñidos de talles altos en bellos terciopelos vino o verde botella.

Cerraron la tarde del sábado Devota y Lomba con vestidos largos y sueltos y trajes abrigos, y Victorio y Lucchino, con su gracia sevillana para faldas de volantes a juego con chaquetas ceflidas y cortas con aplicaciones picarescas.

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