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Reportaje:

El rostro privado de Simone de Beauvoir

'Cartas a Sartre' y 'Diario de guerra' desvelan las contradicciones de la principal autora del feminismo

La aparición en la editorial francesa Gallimard de Cartas a Sartre, en dos gruesos tomos, y del Diario de guerra, de Simone de Beauvoir, ha motivado una rápida reacción. En concreto, la del diario parisiense Liberatión, que el jueves día 22 (los libros estaban en las librerías desde el martes) abría su suplemento de libros con el siguiente sumario: "Diario de guerra y las Cartas a Sartre revelan una feminista y una filósofa muy mezquinas". Este juicio de valor, que refleja un estado de opinión, sobre la figura de la Beauvoir ha suscitado una reacción de extrañeza en otras intelectuales españolas.

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El castor

Inmediatamente después de la muerte del filósofo Jean Paul Sartre en 1980, una suerte de desmitificación cayó sobre la pareja emblemática del existencialismo y el feminismo. Primero fue un libro de Oliver Todd, después fue Burnier con su Testamento de Sartre levantaría ampollas sobre el carácter moral de la vida del filósofo, y finalmente la propia Simone de Bauvoir en La ceremonia del adiós, una autobiografía valiente y sin complacencias, dejaría al descubierto su ser en una medida que ofendía a quienes la pretendían sin pasiones y sin contradicciones.Ahora, la aparición en la editorial Gallimard de Cartas a Sartre en dos gruesos tomos, y del Diario de guerra, de Simone de Beauvoir, ha suscitado aquel juicio, que podrían reflejar un estado de opinión: "El Diario, de guerra y las Cartas a Sartre revelan una feminista y una filósofa muy mezquinas".

Aventuras

Las cartas de amor que Sartre dirigió durante sus cincuenta años de relación a Castor, el nombre íntimo de Simone de Beauvoir, fueron publicadas por la revista Les Temps modemes en 1983, y por ellas ya se pudo saber de la ley de posibilidad de la aventura contingente que ambos amantes acordaron, como complemento a su amor necesario. Ahora, las cartas de: Simone a Sartre, ponen al descubierto sus aventuras contingentes, con los detalles de la intimidad, cuestión está última que ha sido objeto de interpretación inmediata por los medios de comunicación.La escritora Rosa Chacel se muestra muy cauta a la hora de valorar calificaciones como machista o mezquina sobre la figura de la escritora francesa. "Una cuestión es la valoración intelectual de una persona, y otra muy distinta las cuestiones de carácter. Simone de Beauvoir es una intelectual y un escritora de primera categoría. Este tipo de cuestiones no se pueden dilucidar en dos palabras, pero en general, me revientan".

Soledad Puértolas realiza un análisis más desapasionado, pero quizá más duro. "Las vidas privadas siempre tienen bastante que ocultar. Cualquier vida privada, en el momento que sale a la luz desconcierta". De otra parte, los diarios le parecen documentos poco fiables, por cuanto en ellos se escriben cosas "que no son del todo verdad, que pueden estar falseadas incluso por capricho. Sin embargo al leerlos se interpretan como toda la verdad. La relación con el diario es casi clandestina... y exagerar es una necesidad hurnana'.

Todo ello lleva a la autora de Todos mienten a considerar que "juzgar a cualquier figura, por estos matices tan internos, tan íntimos, es una cosa mala, inadecuada, y en ese sentido, reaccionaria".

Carmen Martinez Ten, directora del Instituto de la Mujer, considera imprescindible haber leído con detenimiento los libros para juzgar, sin embargo, piensa que Simone de Beauvoir es una parte "rnuy considerable de la formación de la mujer moderna", coincidiendo en ello con la actriz

María Asquerino. "Esta éxtrapolación de escritos íntimos para forzar un juicio global sobre la personalidad de quien los escribe me parece ilícito, lo considero una forma de llamar la atención, cosa que me repugna. Me extraña que esto suceda en Francia, aunque aquí si existen mil detalles de una cierta involución moral".

La escritora Lourdes Ortiz, quien recientemente ha publicado un libro titulado Camas, en torno al mundo de la intimidad y el placer, encuentra "ilegítimo el uso de lo privado. Igual con cartas que otros asuntos. No hay derecho. A costa de la vida de los otros nadie puede montar un espectáculo. Simone de Beauvoir escribió su propia biografia y a ella debemos de atenernos". Las razones para encontrarlo ilícito, las halla la escritora en el hecho de que "un diario siempre es interp retable de mil maneras. Sobre todo por los que estan deseando escribir un libro de pequeñas cosas dispares. En el mismo caso que Simone se han encontrado John Lennon, Seott Fiztgerald, o Herningway".

Perspectiva

Simone de Beauvoir fue para ella "un personaje muy clave en mis primeros años, y pienso que para toda Europa. Para muchas mujeres fue un ejemplo de que se podía pensar, escribir, etcétera. Además, en La invitada realizó un esplendido análisis de sus contradicciones de pareja".La ensayista y pensadora Victoria Camps, que ha ganado esta semana el premio Espasa Mañana, por su obra Virtudes públicas, resalta en su opinión que el principal problema de todos estos casos es la mediación periodística que casi siempre ofrece una perspectiva mediatizada por una necesidad de divulgarlo y ver el punto de vista escandaloso". La acusacion de machismo no la sorprende porque Simone de Beauvoir "defendió un feminismo de igualdad con el varón en ciertas cuestiones que no me parecen las más valiosas; aunque su relación amorosa e intelectual se adelantó a su época".

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