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LA LEY DE REFORMA EDUCATIVA

La enseñanza religiosa se perfila como uno de los principales puntos de controversia

El anteproyecto de la ley de Ordenación del Sistema Educativo (LOSE) recoge en una disposición adicional que la enseñanza de la religión se ajustará a lo establecido en el acuerdo entre la Santa Sede y el Estado. En el texto no hay referencia a que esta materia se ofrecerá, como hasta ahora, de modo alternativo a la asignatura de ética, tal y como pretende la jerarquía católica, preocupada porque, con arreglo a la letra del citado acuerdo, la enseñanza de la religión católica se incluya en los planes de estudios "en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales".

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Los sectores educativos más conservadores se aprestan a convertir esta cuestión en uno de los ejes principales del debate sobre el anteproyecto de ley que ahora se abre. Antes de conocer el articulado del mismo, los representantes de confesionalidad católica en el Consejo Escolar del Estado ya han expresado sus inquietudes al respecto.María Rosa de la Cierva, secretaria general de la Comisión Episcopal de Enseñanza; Carmen de Alvear, presidenta de la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (Concapa), y Francisco Virseda, secretario general de la Federación de Sindicatos Independientes de la Enseñanza (FSIE) -organización próxima a la Federación de Religiosos de la Enseñanza (Fere)-, han manifestado su preocupación ante el hecho de que esta cuestión se relegue en el anteproyecto al rango de una mera disposición adicional, y han anticipado su impresión de que la LOSE no va a respetar el espíritu ni la letra del acuerdo que en enero de 1979 suscribieron la Santa Sede y España.

En el artículo primero del capítulo de dicho acuerdo relativo a enseñanza y asuntos culturales se recoge: "A la luz del principio de libertad religiosa, la acción educativa respetará el derecho fundamental de los padres sobre la educación moral y religiosa de sus hijos en el ámbito escolar. En todo caso, la educación que se imparta en los centros docentes públicos será respetuosa con los valores de la ética cristiana".

El segundo artículo dice: "Los planes educativos en los niveles de educación preescolar, Educación General Básica (EGB) y de Bachillerato Unificado Polivalente (BUP) y grados de formación profesional correspondientes a los alumnos de las mismas edades, incluirán la enseñanza de la religión católica en todos los centros de educación, en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales. Por respeto a la libertad de conciencia, dicha enseñanza no tendrá carácter obligatorio para los alumnos. Se garantiza sin embargo el derecho a recibirla.

Estadísticas anuales

Pese a que inicialmente la jerarquía católica expresó reparos a que la materia de religión se ofreciera alternativamente a la enseñanza de una asignatura de ética, posteriormente se convirtió en la principal defensora de esta fórmula, consciente de que la opción "religión o ética" siempre sería mejor que la de "religión o nada".Los obispos publican anualmente estadísticas que reflejan que más de un 80% de los alumnos de todos los niveles educativos optan por la enseñanza de la religión católica. Una eventual colocación de la asignatura de religión en la última hora de la jornada escolar la LOSE sanciona la "autonomía pedagógica" de los centros podría poner en peligro esos altos porcentajes de alumnos voluntarios de la enseñanza de la religión.

Sectores católicos progresistas argumentan que detrás de la insistencia de la jerarquía en reivindicar que la religión sea una asignatura fundamental subyace el temor a una "pérdida de clientela", pero también propugnan la necesidad de que los planes de estudios incluyan una disciplina de "cultura religiosa" o "historia de las religiones", sin lo que la cultura básica de los alumnos estaría radicalmente coja. La disposición adicional segunda del anteproyecto de la LOSE dictamina que "la enseñanza de la religión se ajustará a lo establecido en el acuerdo sobre enseñanza y asuntos culturales suscrito entre la Santa Sede y el Estado Español y, en su caso, a lo dispuesto en aquellos otros que pudieran suscribirse con otras confesiones religiosas. A tal fin, se incluirá la religión como área o materia en los niveles educativos que corresponda, que será de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos".

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