El Gobierno nicaragüense pone en libertad a los últimos presos políticos

El Gobierno nicaragüense puso ayer en libertad a 1.190 prisioneros políticos, entre ellos 993 de la contra y 39 ex guardias somocistas. Con la excarcelación de estos prisioneros, los últimos, según los sandinistas, se cierra un capítulo iniciado en marzo de 1988 de progresiva liberación de presos políticos. El indulto se produce a pocos días de la celebración de elecciones en este país centroamericano.El jefe del Gobierno español, Felipe González, predice en una entrevista periodística el triunfo de Daniel Ortega en estas elecciones y opina que no es correcto esperar en Cuba una evolución de los acontecimientos idéntica a la ocurrida en los países del Este de Europa. En una larga entrévista publicada ayer por el diario Excelsior de México, el jefe del ejecutivo aborda con detalle la situación en América Latina y los cambios que se están produciendo en los países comunistas.

Afirma que la invasión de Panamá no tuvo el desarrolo planeado por Estados Unidos y que ha servido como "vacuna" para una eventual intervención en Nicaragua. González considera que "los sucesos de Panamá, por algunas razones, probablemente ayuden más a Daniel Ortega que a Violeta Charnorro" y añadió que, aunque "puede ocurrir razonablemente que gane Ortega o que gane Chamorro, más bien da la impresión de que puede ganar Daniel Ortega".

Felipe González advirtió que no se puede esperar que las elecciones del próximo día 25 de febrero en Nicaragua sean igual que un proceso electoral en la República Democrática Alemana (RDA).

Sobre la situación en Cuba, el presidente del Gobierno se lamentó de "no tener ocasión" de hablar personalmente con Fidel Castro para explicarle que "no es buena" su decisión de convertirse en el último bastión del socialismo. Añade que "lo más razonable, lo más operativo" y lo que le daría a Castro el apoyo de España y de otros muchos países en el mundo sería "que se evolucione dentro de un cuadro, que es el continente latinoamericano".

González explica en su entrevista con el principal diario mexicano que al mismo tiempo, hay que recordar que Fidel Castro, a diferencia de otros gobernantes comunistas, no fue puesto en el poder por los tanques soviéticos, por lo que advierte que "en el supuesto de que alguien piense, simplificando, que lo mismo que ha ocurrido en tal sitio tiene que ocurrrir en el otro, tampoco está aceptado".