Solchaga endurecerá la política monetaria y fiscal si los salarios crecen mas del 7,5% este año

"Si los salarios suben este año por encima del 7,5% será más difícil reducir la inflación y contener el desequilibrio exterior, a menos que introduzcamos mayores dosis de restricción en la política monetaria y en la fiscal, lo que no sería deseable porque afectaría a la producción y al empleo". Con estas palabras, el ministro de Economía y Hacienda emplazó a los agentes sociales a responsabilizarse con el objetivo de un crecimiento económico con menores desequilibrios. Por el momento, se mantiene el límite del 10% en el crecimiento del crédito y, como novedad este año, se introducirá en el presupuesto una cláusula que impida sobrepasar el incremento de gasto público previsto.

"Si a lo largo de 1989 no se adoptan todas las medidas necesarias, no se conseguirá desacelerar el crecimiento de los precios y del déficit exterior", señaló Solchaga. El ministro afirmó que "no todo está en manos del Gobierno y que las fuerzas sociales deben asumir su parte de responsabilidad". Así, frente a la recomendación de los empresarios de elevar los salarios un 6% más incrementos ligados a productividad y la reivindicación sindical del 9%, Solchaga señaló "un término medio del 7,5%". Este es el mismo porcentaje en que crecieron los salarios el pasado año.Solchaga calificó de "moderados" los objetivos de reducir la inflación a un 5,7% -frente al 6,9% del año anterior- y de frenar el proceso de deterioro en el sector exterior. Los resultados de las restricciones monetarias que se han reflejado en un crecimiento más moderado de la demanda interna en el segundo semestre del año y los recortes del gasto público aconsejan seguir por este camino, según Solchaga.

Pero todo ello "hay que consolidarlo". Por ello el ministro reafirmó los objetivos de crecimiento del 10% en el crédito al sector privado y, al mismo tiempo, limitar el crecimiento del gasto público a un porcentaje por debajo del 10,5% en que se estima crecerá la economía este año en términos monetarios, y por encima del 4% en términos reales. Dentro de los gastos, el mayor crecimiento se registrará en las inversiones reales.

Los ingresos crecerán en un porcentaje superior en un punto a lo previsto para los gastos. En este capítulo habrá pocas novedades, salvo las previstas en el decreto de prórroga de los presupuestos, más la realización de dos devoluciones por el IRPF, la deflactación de las retenciones de este impuesto y modificaciones en el IVA y los impuestos especiales.

En cuanto a las retenciones, el ministro señaló que una deflactación del 5% en los tramos de la tarifa "es una medida neutral". Al adoptarse en la segunda mitad del ejercicio "supone y una actuación restrictiva en lo primeros seis meses". El aplazamiento de la deflatación de las retenciones, "permite compensar el efecto de los 323.000 millones de pesetas de devoluciones sobre un crecimiento del consumo", explicó Solchaga.

Esfuerzo de moderación

Con este panorama, el déficit público será este año inferior al 1,7% del PIB que se alcanzó el pasado año. Solchaga destacó el esfuerzo de moderación que supone este objetivo, ya que si se hubieran contabilizado el pasado año las devoluciones por el impuesto sobre la renta, el déficit se habría situado en realidad en el 2,4% del PIB.

Todo ello se acompañará de una medida novedosa este año que consistirá en la introducción de una cláusula en los Presupuestos que impida un crecimiento del gasto por encima de lo presupuestado. En concreto se establecerá que las obligaciones contraídas por el Estado al final del ejercicio no podrán superar los créditos iniciales.

Con las líneas de actuación en materia monetaria y fiscal, "el Gobierno pretende despejar toda sombra de duda sobre que existe una coordinación entre ambas políticas" afirmó Solchaga.

En materia de empleo, los efectos de este ajuste moderado de la economía se notarán este año, "aunque se superará ampliamente la creación de 300.000 nuevos puestos de trabajo", afirmó Solchaga.

En cuanto al actual proceso de concertación social, el ministro señaló que el Gobierno no tiene inconveniente en llegar a acuerdos con los empresarios de la misma forma que lo ha hecho con los sindicatos".