El reto pendiente
Ha sido un gran año para la industria discográfica española. Las ventas de discos, casetes y compactos durante 1989 ha convertido a la música grabada en un excelente negocio, con resultados impensables hace pocos años. Las ventas millonarias de algunos de nuestros artistas no hacen sino confirmar que la mayoría de edad comercial de la industria española y su potencial económico son una realidad.
Pero las ventas de música grabada en España presentan ciertas peculiaridades. Según datos proporcionados por la Federación Internacional de Productores de Fonogramas y Videogramas (IFPI). el 47% de la música que compran los españoles es de procedencia anglosajona, mientras el 43% corresponde a repertorio nacional. Italia y Francia son los países europeos que mejor defienden su música, y más de la mitad de sus ventas corresponden a producto nacional.
En cuanto a los tipos de música, el rock y el pop se confirman como los estilos preferidos por el comprador, con un 70% del total de las ventas. La música clásica absorbe el 12% del mercado, el 10% corresponde a la música folclórica, el 2% al jazz y sólo el 1% a la música contemporánea. La creciente aceptación del disco compacto permite aventurar una evolución apreciable de estas tendencias, que puede significar un aumento en los porcentajes de música clásica, jazz y música contemporánea, más acorde con lo que sucede en otros países.
Consolidada como sexta potencia musical europea, España se dispone a competir en un mercado libre. En lo comercial se avanza a pasos agigantados. En lo artístico, la defensa de la música española ante el dominio anglosajón es el reto pendiente.
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