La 'lambada' irrumpe en el mercado de EE UU
La versión pop de la lambada, el baile que consiguió vender cuatro millones de discos en el mercado europeo el pasado verano, ha llegado a Estados Unidos.
Desde hace varias semanas, las notas de este híbrido musical se pueden escuchar no sólo en las discos latinas de Nueva York, sino también en las discotecas más conocidas de Washington, Los Ángeles y Miami, en las que predomina el público anglosajón y asiático.
La penetración del ritmo ha alcanzado algunas emisoras radiofónicas, como la National Public Radio de Washington, con estaciones en todo el país, que suelen emitir el ritmo en su programación. No es raro tampoco ver a los jóvenes hispanos o de raza negra a los que les encanta pasear con sus enormes radiocasetes, denominados aquí ghetto blasters, escuchando la lambada en plena calle.
La lambada penetró en el mercado norteamericano a través de una de las grandes discotecas de Nueva York, Palladium, la gran disco de la calle 14, donde la pasada semana se llevó a cabo la presentación de este nuevo ritmo que tanto éxito ha cosechado en Europa, y de forma especial en España.
En el caso concreto de Nueva York, quizá el mercado más difícil porque es el que marca la pauta de las aficiones musicales en el resto del país, el éxito inicial de la lambada se atribuye a dos factores fundamentales: la mezcla cultural que ofrece este nuevo ritmo y la forma en que la pareja debe ejecutar el baile: el muslo del hombre entre las piernas de la mujer. Los especialistas musicales atribuyen la buena entrada de la lambada en el mercado norteamericano también a una característica cultural, el hecho de que las letras de sus canciones recojan por igual diversas frases en portugués, inglés, francés y castellano.
Babelia
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