Enrique Balmaseda sustituye a Miguel Marías al frente del Instituto de la Cínematografía
"El enfrentamiento con la gente del cine está superado", afirma el nuevo director general
Enrique Balmaseda, hasta ahora secretario general del Ministerio de Cultura, fue nombrado ayer nuevo director general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Visuales, en sustitución de Miguel Marías. "El enfrentamiento con la gente del cine está superado", dijo a este periódico Balmaseda, para quien su primer objetivo es la puesta en marcha del plan nacional de promoción y desarrollo de la industria audiovisual española, que fue presentado el pasado día 12. El sector del cine dio una buena acogida a la iniciativa, que vino a interrumpir un largo período de frialdad y de críticas al Gobierno.
"El cine español no está parado", dijo ayer Balmaseda. "Me parece una buena señal que se considere que se está produciendo poco, pues eso significa que hay energías para producir más, pero el proceso de reducción gradual de la producción que ha sufrido el cine español no es sólo de aquí sino que afecta a toda Europa." Este periódico no pudo localizar ayer a Miguel Marías, director cesante.', Somos el tercer o cuarto país europeo en producción de películas", dijo, "después de Francia e Italia, y en el mismo nivel que Alemaria e Inglaterra. Claro que hay que aumentar nuestra producción, pero eso no se puede conseguir en un plazo brevísimo: yo rne fio más de las estrategias a fondo y del esfuerzo continuado. Lo que no es admisible es que se queden sin hacer películas que rnerecen ser hechas".
Enrique Balmaseda, de 40 años, era hasta ahora secretario general técnico de Cultura y coordinador español del programa europeo Eureka audiovisual, y fue asesor ejecutivo del gabinete del ministro Javier Solana durante el periodo 1984-86. Es profesional de RTVE en excedencia y en este Ente Público ha desempeñado diversos puestos en Gabinetes Técnicos de la Dirección General, servicios jurídicos y gestión de la propiedad intelectual. Representó a RTVE en la Unión Europea de Radiodiofusión y en los grupos de trabajo que elaboraron la directiva de la Comunidad Europea y el Conse jo de Europa sobre televisiones transfronterizas. Fuentes del de partamento informaron extraofi cialmente que ha tenido partici pación en la legislación sobre cine, colaboró en la liquidación de NO-DO, cuyos fondos, según estas fuentes, él consideró conveniente mantener, y en la ley de mecenazgo. En el ministerio se le considera un técnico.
"La política en este campo la marca el ministro", dijo Balmaseda ayer, "y mi trabajo será básicamente ejecutarla". Balmaseda precisó que, a la vista de su experiencia, y sobre todo su contribución al programa europeo de Eurcka audiovisual "no me resulta nada ajeno. Tengo la perspectiva europea, la española también y los objetivos también".
Según dijo Balmaseda, con su nombramiento es inminente la entrada en la fase de elaboración del plan nacional de desarrollo de la industria audiovisual, que permitirá realizar un análisis global de los problernas del cine en España, sus causas y, los procedimientos para remediarlos. "La mayor ventaja del plan es que se podrá actuar de una forma continuada, y pasar de situaciones de una cierta descoordinación y confrontación a un trabajo en común".
En cinco años
El reto objetivo español en el cine "no es en modo alguno distinto del europeo", añadió. "Se sabe que de aquí a cinco años va a haber un incremento de la demanda y Europa se va a convertir en el primer centro de producción del mundo. Se va a ganar mucho dinero y al tiempo se va a fomentar la producción y la creación. El problema es saber quién lo va a hacer. Cada país está intentando colocarse en la posición que cree que le correponde. Pero no hay que ser pesimistas: tenemos grandes telentos y profesionales. Que cada cual asuma sus responsabilidades y trabajemos todos en común. Las perspectivas son buenas".
La industria del cine y la administración están básicamente de acuerdo en el plan -bien recibido a comienzos de este mes-, pero las fricciones podrían venir de los plazos de puesta en marcha y ejecución. "Está clara la conciencia de la urgencia para elaborar el plan", dice Balmaseda, que sin embargo precisa: "Me parece absolutamente sensato no tomar decisiones esenciales hasta antes de elaborarlo", pues de ellí saldrán respuestas concretas.
En unos tres meses, según sus cálculos, se puede haber empezado a coordinar a las partes interesadas de la administración, incorporar a los privados, tantear a las corporaciones financieras que por lo visto comienzan a interesarse en la producción de cine, contactar con los organísmos europeos... "todo eso se puede hacer con bastante rapidez", dice Balmaseda, para quien "esta actividad no puede paralizar las actividades originales del instituto".
"Las ayudas al cine no se cuestionan en modo alguno", siguió en otro momento. "El problema es que sean coherentes con los objetiovos que se quieren conseguir. Todo el sistema europeo de producción de cine va a continuar sobre el modelo de la ayuda del estado. El reto es conseguir que participe la industria privada y obtener la colaboración de las instituciones".
Balmaseda prefiere no adelantar sus proyectos que, asegura, "existen". Lo que está claro, dice, es que "las estructuras de hoy no se pueden convervar para mañana. 0 se hacen reformar en profundidad o va a ser dificil competir".
El plan al que se hace alusión fue una declaración formal del Gobierno en la que se reconoce la importancia del cine y las artes audiovisuales, no sólo como "medios esenciales de expresión cultural, sino también en su vertiente cultural y tecnológica", a la vez que se advierte del inminente crecimiento de la demanda de obras cinematográficas y audiovisuales. El plan hace una serie de propuestas para potenciar la industria y crear nuevos recursos.
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