Hassan II defiende un solo Estado magrebí *
ENVIADA ESPECIAL "Ha llegado la hora de los hechos concretos". Éste fue el mensaje común del rey Hassan II de Marruecos y del presidente de Túnez, Zine el Abidine Ben Alí, en la apertura ayer de la cumbre de la Unión del Magreb Arabe (UMA). "Ante todo debemos formar al hombre magrebí que será capaz de generar, y lo hará, un pasaporte, un carné de identidad y una moneda común", afirmó el rey de Marruecos, que en definitiva defendió la creación de un solo Estado magrebí, antes de ceder la presidencia de la UMA a Ben Alí.
"Nuestra acción se extiende de Trípoli a Nuackchot. Esto nos impone representar el mapa geográfico, humano y social de nuestro conjunto, tomar conciencia de la importancia y del carácter sagrado de nuestra causa y armarnos de paciencia", dijo Hassan II al inaugurar ayer en Túnez la cumbre magrebí.La sesión inaugural, a la que estaba invitado el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, y todo el cuerpo diplomático, comenzó con dos horas de retraso sobre el horario previsto.
Cinco mesas en forma de media luna, unidas por sus esquinas para dibujar una estrella, albergaban a los jefes de Estado del Magreb: Muammar el Gaddafi (Libia), Ben Ali (Túnez), Chadli Benyedid (Argelia), Hassan II (Marruecos) y, en representación del presidente de Mauritania, Uld Sidi Ahmed Taya, su ministro de Asuntos Exteriores, Ahmed Uld Sidi Baba. El discurso de Hassan II fue seguido por unos minutos de cántico de suras. La religión y la lengua son los dos grandes puntos en común de la comunidad magrebí, cuya unión dificultan una desconfianza histórica y los intentos de sus dirigentes por imponerse sobre los demás.
El tiempo no se puso de parte de Ben Alí, que en las últimas semanas había realizado un enorme esfuerzo de embellecimiento de Túnez, para convertir a esta agradable ciudad mediterránea en la Bruselas del norte de África.
Banderas pasadas por agua
La intensa lluvia caída desde primeras horas de la mañana impidió el paseo de los jefes de Estado magrebíes por las principales calles de la capital. Banderas y pancartas de bienvenida chorreaban agua por todas las esquinas y las diferentes bandas de música y grupos de jóvenes ataviados con los trajes típicos del Magreb, no hicieron más que crear un enorme caos de tráfico que se fue diluyendo con el convencimiento. de que no habría paseo oficial.
Ya el domingo, la diplomacia tunecina tuvo que enfrentarse al revés de que el presidente mauritano no vendría. En medios políticos se asegura que la razón de la ausencia no es tanto la muerte de su esposa, ocurrida el martes pasado, como la inestabilidad que atraviesa ese país, de apenas dos millones de habitantes, una situación económica crítica y enfrentado nuevamente a problemas étnicos con Senegal.
Ben Alí inició el período de seis meses como presidente de la UMA con un llamamiento al "esfuerzo concertado" para hacer realidad el "sueño de la construcción de un Magreb fuerte y unido. El presidente tunecino destacó en su discurso que Túnez, en las "circunstancias más difíciles", ha albergado la sede de la Liga Arabe y de la OLP, y está dispuesto a poner en juego su experiencia para albergar la secretaría y el Consejo de la UMA.
Los defensores de la UMA sostienen la necesidad de crear una sede, en la que trabajen las distintas comisiones de seguimiento creadas en Marraquech en febrero del año pasado, en el momento de la fundación formal de la UMA. Túnez, el país más pequeño de los cinco, y sin posibilidad de alzarse por sí solo en líder del Magreb, ofrece su voluntad política de integración y de coordinación entre los dos países (Argelia y Marruecos), que forman el eje central de la UMA.
Con la mirada puesta en la Comunidad Europea, el principal socio comercial de los cinco países, los políticos magrebíes tratan de realizar su propio mercado único, que facilite el flujo hasta ahora casi inexistente -sólo el 1% del comercio total de los cinco es intermagrebí- de sus productos. Los expertos señalan que la tarea exige un esfuerzo inconmensurable, ya que sus economías, lejos de complementarse, están orientadas al mercado europeo y carecen de la más mínima infraestructura común de transportes y comunicaciones.
"Lo más importante de la UMA es que no dé pasos atrás, como históricamente ha sucedido con todos los intentos de cooperación, mutua en esta zona del mundo", señalan fuentes de la CE. En este mismo sentido se encuentran las declaraciones de Hassan y de Ben Alí de que ahora el esfuerzo ha de hacerse por consolidar lo que se logró en la cumbre de Marraquech y caminar paso a paso en la vía de la integración magrebí.
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