El Mercado Internacional del Disco confirma el liderazgo del compacto como soporte musical
El certamen se inauguró en Cannes en un ambiente de euforia por la brillante situación del sector
La 24ª edición del Mercado Internacional del Disco y de la Edición Musical (MIDEM) se inauguró ayer en Cannes con la imposición de la Gran Cruz de la Legión de Honor al músico norteamericano Quincy Jones. El ambiente es de euforia por la brillante situación económica que atraviesa el mercado discográfico, cuyos ojos están puestos en el fulgurante crecimiento de ventas del disco compacto. La presencia española es más numerosa que en ediciones anteriores. El programa de actuaciones se inició con el recital de Kjarkas, autores plagiados de la lambada, y un macroconcierto, Música del mundo, que no contó con la participación de artistas españoles.
ENVIADO ESPECIALEl MIDEM es una especie de mercado persa, donde se compra y se vende todo lo relacionado con la música. En la apertura de su 24ª edición el optimismo fue la tónica dominante, con todos los participantes con una palabra en la boca: reactivación. La cifra mundial de negocios del mercado discográfico creció en 1989 alrededor de un 20% -en España fue del 25%-, y nadie se acuerda de la crisis que sacudió a la industria entre 1978 y 1986.Las consecuencias de la aparición en el mercado del disco compacto no se han hecho esperar, y este nuevo soporte ha significado un balón de oxígeno para una industria con dificultades de crecimiento. Las ventas del disco compacto han pasado de 5,5 millones de unidades en 1984 a 400 millones en 1988, un desarrollo que tiene como contrapartida la caída de las ventas del disco convencional. Esta potenciación del mercado se ha traducido en la asistencia de participantes al MIDEM de este año 8.000 profesionales, que representan a 1.850 empresas de 59 países, han acudido a Cannes.
La participación española también se ha incrementado notablemente. Destaca la presencia, por primera vez en el certamen, de la Sociedad General de Autores de España (SGAE), mientras se echa en falta un pabellón genérico que ofrezca un amplio abanico de música española, como hacen la mayoría de los países. "Ofrecimos al Ministerio de Cultura la posibilidad de compartir nuestra caseta", dice Teddy Bautista, vicepresidente de la SGAE y presidente del Comité Europeo de Autores y Compositores, "para ofrecer de manera coordinada toda la oferta musical española. El ministerio no consideró interesante la propuesta". Además de la SGAE, al certamen han acudido diversas empresas discográficas españolas, fabricantes y editoriales, con un producto exclusivamente nacional.
Pero en el MIDEM no todo es compraventa. Este año la organización ha programado una serie de conciertos que comenzaron el pasado sábado bajo el lema La música del mundo, donde, inexplicablemente, no hay representación española. El sábado actuó el argelino Jimmy Oihid; el senegalés Youssou N'Dour; el grupo surafricano Malilathini y las Mahotella Queens, el británico Reggae Philarmonic Orchestra, y el intérprete canadiense Daniel Lanois, conocido productor de artistas de renombre, como U2 y Bob Dylan. Malilathini y Lanois se llevaron los mejores aplausos de la noche.
Más tarde, en otro escenario diferente, actuaron los Kjarkas, grupo boliviano conocido por ser los autores de la canción Llorando se fue, plagiada y convertida en éxito como Lambada. "Creímos que el problema del plagio estaba resuelto", declaró a este periódico Ulises Hermosa, miembro del grupo de Cochabamba y autor de la polémica canción, "pero nos han vuelto a engañar. No nos han dado ni un peso y hemos cedido los derechos a una editorial para que nos defienda. Ni siquiera nos hemos podido inscribir como autores en la SACEM (sociedad de autores francesa), porque la canción ya estaba registrada".
Pendientes de beber
La actuación de Kjarkas, ante un público más pendiente de beber y de hablar de negocios que de escuchar, fue algo triste. "Estamos cansados de todo esto", añadió Hermosa. "Hacemos nuestra música por cariño a nuestro pueblo y lo único bueno ha sido la solidaridad de los países de habla hispana".La Administración francesa hizo su acto de aparición en el MIDEM con la imposición al músico americano Quincy Jones de la Gran Cruz de la Legión de Honor y la presentación del proyecto Eurock. Quincy Jones, de 56 años, productor de discos rnultimillonarios de Michael Jackson (Offs the wall, Thriller y Bad), ganador de 11 premios Grammy, compositor de bandas sonoras para 35 películas y colaborador de músicos como Louis Armstrong, Ray Charles, Frank Sinatra y B. B. King, dijo al recibir la condecoración: "Mi relación con Francia fue mi mejor historia de amor. Ahora siento que el matrimonio se ha consumado".
En el transcurso del acto se presentó Eurock, proyecto que pretende construir un espacio cultural europeo, descubrir grupos extranjeros al público francés y potenciar la música francesa en los países de la CE. Entre los grupos seleccionados están los franceses Mano Negra y los españoles La Frontera.
Babelia
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