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LA POLÉMICA HERENCIA DEL PINTOR DE PORT LLIGAT

Un enfermo al que llamaban 'Vadó'

Los médicos y enfermeras del Hospital Comarcal de Figueres, donde Salvador Dalí pasó el último mes de su vida -entre el 23 de diciembre de 1988 y el 23 de enero de 1989, día de su fallecimiento- conocían y llamaban al pintor por el apelativo cariñoso de Vadó, apócope de Salvador, y algunos de ellos le describencomo "un hombre atemorizado, viejo, enfermo y solo, por mucho dinero que tuviera y por muy famoso que fuera".El mes de la postrera estancla de Dalí en el hospital estuvo lleno de anécdotas y situaciones cómicas o tensas para médicos y enfermeras. Uno de ellos recuerda "un rnomento de depresión física profunda de Dalí, en que le costaba respirar. Además del oxígeno, se le estimuló químicamente y alguien le dijo 'Visca l'E-mpordà!' ('¡Viva el Ampurdán!'), a lo que él contestó 'Visca!' con un gruñido".

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"Durante los últimos días", cuenta un miembro del personal hospitalario de Figueres, Ios que hacían el papel de la familia eran Doménech y Pitxot, pues había que consultárselo todo a ellos, pero el que estaba más afectado, el que parecía la familia de verdad, era Arturo Caminada. Doménech y Pitxot eran como inseparables. Doménech era, el que hablaba y el que llevaba las cosas, pero era el otro a quien Dalí reclamaba".

El personal hospitalario recuerda también que Dalí pedía constantemente oír música. "Poseu-me el Maxim's", ("Ponedme el Maxim's"), decía. Antoni Pitxot corrobora el hecho y explica: "De los últimos días en Figueres guardo el recuerdo de Dalí apagándose como una vela, con toda su inteligencia y lucidez".

Los violines de Maxim's

"Le gustaba", dice Pitxot, "que yo estuviera a su lado y me pedía que leyera cosas, por ejemplo de Raymond Roussel. También pidió una grabación de los violines y el piano que tocaban en el restaurante Maxim's de París. Eran dos piezas, la Serenata de Toselli y Les milions d'Arlequin. Otro día dijo que quería oír una cierta sonata de Bach, que es un solo de violín con piano. Llamé al músico Gonçal Comellas y le dije si podía conseguirla, pero él hizo algo más: la interpretó personalmente y nos envió la cinta. Dalí la escuchó con los ojos muy abiertos y una concentración total".

Otros miembros del personal hospitalario de Figueres cuestionan el traslado de Dalí a la clínica Quirón Barcelona en noviembre de 1988, y alguno de ellos tiene una curiosa teoría: "No sé si me equivoco, pero a los que lo velamos desde segunda fila nos pareció que era imprescindible que Dalí permaneciese vive unos cuantos días más. El hecho es que luego, cuando volvió a Figueres, nos dio la sensación de que lo que tenía que arreglarse ya estaba arreglado. De algún modo, la actitud había variado. Entonces supimos que no habría más traslados".

La presencia y el trasiego de numerosas personas ajenas al hospital y el acose. de los medios informativos fueron motivo de especiaí tensión para el personal médico de Figueres. "Al final, todo el mundo estaba harto, y no precisamente de Vadó, pobrecito", señala un miembro de dicho personal. Otro recuerda: "La gente, cuando se enteró de que estaban haciendo una tumba en el teatro-museo, cruzaba apuestas sobre si se terminaría antes la tumba o si Dalí moriría primero".

Dalí murió el 23 de enero de 1989, a las 10.15 . Lo vieron morir el director medico del hospital, el médico internista de guardia y otro médico internista. Las causas inmediatas de la muerte fueron insuficiencia respiratoria, arritmias, parada cardiaca, interrupción cerebral. Antoni Pitxot recuerda que "en los últimos instantes se quiso que estuviera solo, y se impuso silencio". Un miembro del personal que vio después el cadáver afirma que "tenía las uñas muy moradas y, aparentemente, al embalsamarlo no se dieron cuenta, porque despues la seguía teniendo". Esta persona asegura que "el único que se dejó ir y lloró a lágrima viva fue Caminada"

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