Armenios y azeríes luchan pese al estado de emergencia
La violencia entre azeríes y armenios en el Cáucaso soviético continuaba ayer y elevaba su balance de víctimas hasta 56 en territorio de la república de Azerbaiyán pese al decreto del Presidium del Soviet Supremo de la URSS, que declaró el lunes el estado de emergencia en la región autónoma de Nagorno-Karabaj [dependiente de Azerbaiyán, pero la mayoría de cuya población es armenia] y varias zonas más de las dos repúblicas implicadas en la sangrienta lucha, que amenaza con degenerar en una auténtica guerra civil.
Un portavoz del Ministerio del Interior dijo ayer que 56 personas, de las cuáles 28 eran armenias, habían perecido entre el 11 y el 16 de enero en territorio de Azerbaiyan y, principalmente, en la capital de esta república, Bakú. Durante tres noches consecutivas, grupos incontrolados penetraron en domicilios de armenios y procedieron violentamente contra sus moradores.El coronel Boris Mijailovich dijo ayer por la mañana en Moscú que en la última jornada se habían encontrado 11 cadáveres más, que se sumaban a la treintena registrada anteriormente. Además del número de muertos contabilizados, había 156 heridos y el total de viviendas destruidas se elevaba a 167.
Tropas del Ministerio del Interior, del Ejército y del Comité de Seguridad del Estado (KGB), en número superior a los 11.000, han sido desplazadas al Cáucaso. Sin embargo, el portavoz del Ministerio del Interior no pudo asegurar que la situación estuviera controlada ayer. "Por desgracia no se puede poner un soldado con un fusil frente a cada portal", señalaba el coronel Mijailovich, jefe del servicio de prensa del Ministerio del Interior.
El recuento de las acciones armadas comienza a ser difícil de controlar, por cuanto incluye diversas modalidades, ya sea azerbaiyanos contra armenios (en asaltos mutuos a aldeas de una u otra nacionalidad) o enfrentamientos armados con el Ejército y las fuerzas del Ministerio del Interior. De estos incidentes daba cuenta ayer un comunicado de este departamento en el que se recogían varios asaltos a depósitos de municiones en territorio armenio y azerí.
El coronel Valeri Sergueiev, del Ministerio del Interior, manifestó ayer que los asaltos a los depósitos de municiones están bien preparados y consideró "sin precedentes" la desaparición de cuatro carros de combate que fueron a parar a manos de los activistas nacionalistas. Estos blindados que, según la agencia Tass, habían sido recuperados ayer, y un número indeterminado de helicópteros son parte de los pertrechos bélicos que incluyen armas antiaéreas, ametralladoras, fusiles automáticos y granadas. Los enfrentamientos directos entre el Ejército y "grupos armados azeríes" tenían lugar el 15 de enero en el distrito de Janlar, uno de los que se encuentran cercanos a Nagorno Karabaj. En muchos casos, como en la localidad de Gilandzhe (en Azerbaiyán), los habitantes locales bloquean los caminos para evitar el avance de las Fuerzas militares enviadas por Moscú.
Veteranos de guerra
En la región de Nagorno-Karabaj, el detonante del conflicto armenio-azerí, han perecido 20 personas desde el comienzo del conflicto y más de 260 resultaron heridas. El diario Komsomolskaia Pravda revelaba ayer que, entre los combatientes azeríes que se concentran en las regiones próximas a Nagorno-Karabaj, hay veteranos de la guerra de Afganistán. El mayor del Ejercito soviético V. Zarudneev, él mismo un veterano de Afganistan, citado por Komsomolskaia Pravda, afirmaba que los azeríes tienen experiencia militar. Según los datos de la jefatura militar de la región de Nagorno Karabaj, estos combatientes nacionalistas van disfrazados como tropas del Ministerio del Interior y están bien armados.
Muchas son las cosas que quedan aún por aclarar sobre la estructura y disciplina interna de los combatientes nacionalistas azeríes y armenios. Portavoces del Ministerio del Interior manifestaron ayer que existía un grado de espontaneidad en las acciones armadas y que no podían atribuirse las acciones de los combatientes azeríes al Frente Popular de Azerbaiyan. Sin embargo, la idea que se desprende de la Prensa soviética es que al menos algunas organizaciones locales del Frente Popular de Azerbaiyán están implicadas en la violencia. En cualquier caso, el encuentro mantenido entre el miembro del Politburó Evgueni Primakov, jefe del Soviet de la Unión de la URSS, y representantes del Frente Popular en Bakú da idea de la voluntad de diálogo de Moscú con todos aquellos que puedan ejercer una influencia pacificadora, en opinión de observadores políticos.
De Bakú habían sido evacuados ayer 2.000 personas. Del contingente de 220.000 armenios que residían en Bakú, quedan sólo unos cuantos miles, señalaba la agencia Tass.
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