Modrow pide que la RDA "no se deshaga en pedazos"
U policía política de la República Democrática Alemana, conocida popularmente como Stasi, contaba con 85.000 miembros en nómina, controlaba además a 109.000 informadores y disponía de un 1,3% del presupuesto total del Estado, según fue hecho público ayer por el secretario del Interior, Manfred Sauer, en la reunión de la mesa redonda entre el Gobierno y la oposición. El primer ministro, Hans Modrow, compareció por sorpresa al inicio de la reunión e hizo un llamamiento a la cordura y la responsabilidad de la población para que la RDA "no se deshaga en pedazos".
La agresividad que se adivinaba en las intenciones de los grupos opositores se había esfumado ayer, en gran parte después de que el propio Modrow prometiera el pasado viernes, ante la Cámara del Pueblo, que no se iniciaría ninguna acción para reconstruir otra policía secreta hasta después de las elecciones del próximo 6 de mayo.Sin embargo, la presencia conciliadora de Modrow y del primer vicepresidente del partido comunista (SED-PDS), Volfgang Berhofer, al inicio de la mesa redonda, ayudó aún más a apaciguar los ánimos. El primer ministro insistió de nuevo en su oferta a los grupos opositores para que entren a formar parte del Gobierno hasta las elecciones -lo que de momento no ha sido aceptado por ninguno de ellos-, y les ofreció que le acompañen a Bonn cuando el próximo febrero viaje a la capital federal para entrevistarse con el canciller Helmut Kohl. Esta oferta sí que fue aceptada, tanto por los miembros de Despertar Democrático (DA), como por el líder de la rebautizada socialdemocracia (SPD), Ibrahim Bochine.
Lo más jugoso de la jornada fue, sin embargo, la lectura del largo informe sobre la Stasi, por parte del secretario del Interior Manfred Sauer. Pese a la leyenda popular sobre la policía política, las dimensiones de las cifras reveladas por el Gobierno superan todo lo imaginado.
109.000 'soplones'
Sin contar los gastos de infraestructura, edificios, comunicaciones, etcétera, la Stasi devoró en 1989 3.600 millones de marcos (234.000 millones de pesetas), un 1,3% del presupuesto del Estado. Además de los 85.000 agentes de plantilla, otros 109.000 soplones mantenían relaciones directas con este cuerpo y cobraban por sus informaciones sobre los ciudadanos. Entrando en detalles se supo ayer que 1.052 agentes estaban destinados al control de las conversaciones telefónicas, para lo que contaban con equipos de alta tecnología, y que otros 5.000 se dedicaban a leer la correspondencia de los ciudadanos.
No en balde, en su informe, Sauer calificó la política de los últimos años de "una concepción errónea de la seguridad", añadiendo que en su opinión la Stasi estaba "sobredimensionada". Todas estas cifras se refieren únicamente a la policía política, que nada tiene que ver con las fuerzas regulares de policía, (o VoPos), que tienen un presupuesto y una infraestructura aparte.
Para asegurar el desmantelamiento del cuerpo, del que sólo han sido licenciados 30.000 agentes, y para que sus inmensas posesiones, tales como centenares de viviendas, hospitales privados, economatos, escuelas exclusivas, cientos de miles de automóviles y otras muchas prebendas, reviertan en beneficio de la sociedad, Modrow propuso ayer la formación de una comisión tripartita, formada por el Gobierno, representantes de las iglesias y miembros de la oposición.
Ayer se produjo asimismo un importante cambio de matiz. Modrow se presentó ante la oposición, por primera vez desde que accedió al poder, como el primer ministro de un Gobierno provisional cuya misión es asegurar el funcionamiento del país hasta la celebración de elecciones. En este sentido, pidió a la oposición que ayude a que "el trabajo en todas las esferas de la economía se desarrolle sin problemas, sin huelgas, y lo más eficientemente posible". Modrow pidió también a la población que no abandone el país.
En el campo económico, la ministra de Economía, Uta Nickel, anunció el cambio del sistema de precios, dejando de subvencionar directamente los bienes de consumo a cambio de subvencionar a los consumidores.
Por otro lado, el ex jefe del Estado de la RDA, Erich Honecker, y el anterior responsable de la policía política durante los últimos 20 años, Erich Mielke, fueron acusados ayer de alta traición, según informó el fiscal general germano oriental, Hans-Juergen Joseph, durante la reunión de la mesa redonda. Los dos habían sido acusados anteriormente de corrupción y abuso del poder. El ex máximo dirigente de la RDA no ha sido encarcelado hasta ahora, por motivos de salud, pero Mielke está detenido.
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