Europa da prioridad a la lucha contra el blanqueo del dinero negro de la droga

La lucha contra el blanqueo del dinero negro de la droga y el control de las fronteras exteriores de la Comunidad Europea (CE) para evitar el tráfico de estupefacientes fueron las dos prioridades decididas ayer por el Comité Europeo de Lucha contra la Droga (CELAD).Este comité especial celebró en Bruselas, su primera reunión tras su constitución formal, aprobada el pasado mes de diciembre en el Consejo Europeo de Estrasburgo.

Los representantes de los 12 países comunitarios que integran este organismo se pronunciaron a favor de coordinar las acciones de lucha contra la droga, entre las que se incluye el control de los precursores químicos utilizados para obtener derivados.

La cumbre de los doce en Dublín en junio próximo, deberá aprobar el documento de medidas a poner en práctica y definir la competencia de la CE en esta política, considerada hasta hace poco materia reservada a cada Estado.

El Reino Unido, Francia y la República Federal de Alemania han levantado sus útimas reticencias, conscientes de la necesidad de "una postura común" a la hora de establecer un marco de cooperación con "los países productores y con Estados Unidos y Japón".

Red de datos

España, según representantes de la delegación encabezada por Miguel Solans, director del Plan Nacional contra la Droga, "ha presionado a favor de esta decisión política, dada la gravedad del tema en nuestro país". Durante la presidencia española, la CE aceptó la puesta en marcha de una red de datos sanitarios sobre toxicómanos, que está en fase de estructuración.

El plan comunitario se enfrenta a las diferencias penales y policiales dentro de la CE en el trato de la toxicomanía. España, según datos de Interpol, era hasta hace pocos meses la principal plataforma de entrada de cocaína en Europa. Hoy la red de distribución, está más diversificada.

En el plano legal, es el país más permisivo en cuanto a consumo de drogas, aunque en los hechos sobresale Holanda por su tolerancia. El modelo holandés es uno de los obstáculos a la libre circulación de personas dentro de la Comunidad. El control de las fronteras exteriores de la CE se enfrenta a diferencias sobre la exención de visados, lo cual obligará a España a suprimir los acuerdos de libre entrada para los ciudadanos de países latinoamericanos.