Más escepticismo que alegría en Bogotá

La decisión del Gobierno norteamericano de dar marcha atrás en su plan de bloqueo de las costas colombianas para controlar el tráfico de drogas fue recibida con más escepticismo que alegría en Colombia. "No creemos que las aspiraciones de Estados Unidos vayan a cambiar tan fácilmente. El operativo se suspende por ahora, pero creo que se intentará de nuevo cuando las condiciones sean más favorables", dijo a este periódico Óscar González, encargado de relaciones internacionales de la Unión Patriótica. Para el dirigente de esta coalición de izquierda, que de forma enérgica rechazó las maniobras de la flota naval norteamericana, el cambio dado por el Gobierno de Bush obedece al profundo rechazó que provocó el plan norte americano tanto en Colombia como en los demás países latinoamericanos. "La política de Bush no va a cambiar. Es una estrategia clara: luchar contra el narcotráfico legitima cualquier intervención norteamericana; ya lo vimos en Panamá".La noticia de la suspensión del bloqueo se conoció en Colombia a través de los cables internacionales provenientes de Estados Unidos. Hasta ahora, el Gobierno colombiano no ha informado a la opinión pública sobre lo que Estados Unidos pretende, si es verdad o no que todo se planeó de común acuerdo entre los presidentes de las dos naciones. Esta desinformación es la que más incertidumbre ha causado. Ayer, los cables que llegaban del exterior eran contradictorios. No se sabía a ciencia cierta si se trataba de una suspensión temporal o definitiva del operativo naval.

"Si se trata de cancelar el proyecto, me parece muy bien; si se trata de una suspensión temporal, es apenas dilatar el problema y dejar latente la amenaza", dijo el precandidato socialconservador a la presidencia, Gabriel Nelo Guevara. Para este político, todo el esfuerzo que pretende hacer EE UU bloqueando aérea y marítimamente a Colombia se debería utilizar más bien en controlar la venta de droga en territorio norteamericano.