Un 'juicio del siglo'
Los abogados de Noriega pedirán su libertad bajo fianza en el plazo de 30 día
El juicio del general Manuel Antonio Noriega promete ser uno de los juicios del siglo, y abre una serie de dudas legales en EE UU. Está acusado de 12 delitos, de los que la fiscalía estadounidense dice tener pruebas irrefutables. El inicio de la vista oral está previsto para dentro de tres, seis o nueve meses, y los abogados del general podrían alargar el proceso durante años. Noriega está amparado ahora por la ley norteamericana, y si sabe jugar sus cartas podría resultar bien parado. Sus abogados piensan pedir su libertad bajo fianza antes de 30 días.
El caso Noriega ha abierto en Estados Unidos una serie de duda legales que van a marcar la marcha del proceso, al que Moscú tampoco otorga legitimidad Analistas en derecho estiman que Noriega puede beneficiarse enormemente del estado de opinión pública creado por la Administración del presidente George Bush en contra suya.Todos los norteamericanos han visto a su presidente acusan do directamente a Noriega de narcotráfico sin que un jurado le declarara culpable de esas imputaciones.El acusado podría encontrar refugio en la jurisprudencia norteamericana, que prevé toda clase de refugios ante la indefensión del individuo. El hecho de que el general fuera detenido durante la invasión militar de su país podría también tener cierto peso como causa atenuante durante el desarrollo del proceso penal.Estaba previsto que el general procesado, al que ya se conoce en círculos judiciales como el prisionero 41586, compareciera ayer de nuevo ante el juez poco después de entrevistarse con sus abogados. Fuentes oficiales, sin embargo, mantuvieron un silencio sepulcral sobre la agenda judicial del militar.La acusación contra Manuel Antonio Noriega ocupa un informe de 30 páginas que le relaciona con los narcotraficantes colombianos, pero todas las acusaciones se basan en comentarios y declaraciones, y no en pruebas físicas irrefutables. Éste será un caso judicial dificil y un proceso que no podrá eludir con facilidad la política.Samuel Burstyn, el defensor del coronel panameño Luis del Cid, la mano derecha de Noriega, que también se halla en Miami procesado por hacer de correo entre su superior y los capos colombianos, no desea que el juicio de su cliente se mezcle con el del general. "No deseamos formar parte del circo", ha declarado el abogado defensor.Secreto oficial
Parte de ese circo es el secreto oficial y las medidas de seguridad que están rodeando las primeras jornadas del general en Estados Unidos, país al que Noriega había viajado en numerosas ocasiones invitado por el Pentágono y la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Dexter Lehtinen intentará que el pasado de Noriega como agente de información de la CIA no influya en el desarrollo del juicio. Lehtinen es el fiscal federal que desea poner al general Noriega entre rejas para el resto de sus días.
Este fiscal, esposo de lleana Ros, la primera congresista cubano-estadounidense elegida a la Cámara de Representantes de Estados Unidos, opina que existen muchas pruebas que relacionan a Noriega con el narcotráfico y que el juicio comenzará dentro de dos meses a lo sumo.
Lehtinen no ha dirigido una acusación criminal desde hace 10 años, y la persona encargada de ayudarle en el juicio será el asistente Myles Malman, que comenzó a trabajar en el caso hace sólo dos meses.
"Vamos a hacer lo que nadie más ha hecho hasta ahora: vamos a convertir a Noriega en un convicto", ha comentado el fiscal, que ya ha anunciado que no desea hablar sobre el proceso hasta que éste concluya y que no quiere contar con la ayuda de los fiscales que consiguieron procesar al general: Richard Gregorie -el arquitecto del caso-, Mark Schriapp y Leon Kellner. Los últimos casos en los que ha intervenido Lehtinen eran casos menores que terminaron sin juicio.
Otro de los protagonistas del proceso en marcha sera el juez William M. Hoeveler, el mismo que el pasado jueves no atendió a las indicaciones del abogado defensor del general, Frank Rubino, en el sentido de que la detención de Noriega había sido ilegal y que, por tanto, no consideraba que el tribunal tuviera la legitimidad necesaria para acusar a su cliente.Hoeveler ha prometido que el juicio será justo. Hoeveler es un juez justo. Así lo han avalado los abogados de esta ciudad, que en numerosas ocasiones le han calificado como un juez casi perfecto.
Según los abogados de Miami, Hoeveler, un graduado de Harvard, antiguo marine y juez titular de Miami desde 1977, es un profesional consistente, justo, tolerante y paciente. Su abierta opinión acerca de los abogados -"hay que dejarles hablar", dice- quedó patente el pasado jueves, cuando escuchó las alegaciones de Rubino.
Cuando el abogado de Noriega terminó su intervención, el juez le comunicó que el proceso continuaba y que consideraba que Noriega se declaraba "no culpable". Este juez tiene 66 años de edad.
Frank Rubino, otro de los miembros del reparto de este caso, tiene 44 años. Es un ex agente del servicio secreto norteamericano, ha sido detective privado e incluso ha participado como piloto en un Miami Grand Prix. Uno de sus socios, Steven Kollin, tiene 41 años y es un antiguo funcionario del Departamento del Tesoro.
Frank Rubino, natural de la católica Filadelfia, reside en Miami desde hace 22 años y también está relacionado con el caso de la Pizza connection, el caso que relaciona a la mafia de Nueva York con la distribución de heroína y cocaína en Estados Unidos en cajas de pizza.
Testigos claves
Rubino y Kollin deberán rebatir los argumentos del fiscal y desmontar la acusación de los tres testigos claves de la fiscalía, los testimonios de Floyd Carlton, José Blandón y Steven Michael Kalish.
Los tres aseguran que Manuel Antonio Noriega, del que fueron antiguos colaboradores, es un narcotraficante, y su declaración es tan importante que el fiscal Lehtinen ha ordenado su protección personal para evitar un posible atentado contra su persona.
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