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Hacienda dará por concluido este año su plan de inspección fiscal del deporte español

Luis Gómez

El Ministerio de Hacienda dará por terminado este año el plan nacionaI para evaluar la situación fiscal del deporte español, que data de 1988. Fuentes del citado ministerio señalan que no se ha cuantificado el volúmen de fraude observado mientras estuvo en vigencia dicho plan, que afectaba a un listado de unos 200 deportistas o entidades. Desde entonces, numerosos profesionales se han visto obligados a realizar declaraciones complementarias o acusados de delito fiscal -caso de Schuster-. La deuda del fútbol con Hacienda ronda los 10.000 millones, y la del baloncesto, cerca de 1.000.

A finales de 1987, Hacienda, a través de su secretario de Estado, José Borrel, llamó la atención sobre una posible gran bolsa de fraude fiscal en el Deporte español. Borrel, durante una intervención pública en Barcelona, llegó a afirmar que "un famoso jugador de golf [Severiano Ballesteros] que declara ganar siete millones y en realidad sus rentas ascienden a 125 millones. Hay miles de casos similares a éste". Dicha advertencia puso en marcha, a partir del uno de enero de 1988, de un plan nacional de inspección específico para el Deporte, según un listado de 200 deportistas y entidades relacionadas, directa o indirectamente, con el deporte, como agencias de publicidad o marcas patrocinadoras.El plan ha estado vigente durante dos años, 1988 y 1989 pero no continuará durante 1990, según fuentes de Hacienda. Dichas fuentes, sin embargo, no ofrecen cifras globales sobre la magnitud que ha tenido el fraude detectado en el Deporte. "Se han hecho las inspecciones, se han ampliado incluso, han existido muchos casos de, declaraciones complementarias pero no se ha cuantificado todo ello. A partir de ahora la situación será de normalidad".

Algunos detalles sí delatan las consecuencias que ha tenido dicha actuación. Muchos clubes de fútbol, por ejemplo, han visto embargadas sus taquillas por impagos fiscales; el Barcelona, por ejemplo, debió abonar casi 500 millones por retenciones no efectuadas durante el ejercicio de 1988, circunstancia que gravó sobremanera su ejercicio contable, hasta el punto de que resultó ser el peor año, económicamente hablando, de los 11 que José Lluis Núñez llevaba como presidente. El Atlético de Madrid se vio obligado a negociar el pago de 750 millones en atrasos hace un año y el Rayo Vallecano sufrió varios embargos por impago de 124 millones; el Logroñes, otro por impago de 73. La Liga Profesional reconoce, por su parte, que la deuda global del fútbol con Hacienda asciende a unos 10.000 millones de pesetas.

'Caso Schuster'

En el baloncesto, la experiencia tuvo un efecto radical: las inspecciones, que partieron de la evidencia de que un club, el CAI Zaragoza, tenía una deuda cercana a los 300 millones, se extendieron sobre el resto de la Primera División. Ello originó una deuda global próxima a los mil millones que la Asociación de Clubes se ha comprometido a pagar en cinco años, según un calendario acordado con el propio ministerio.El plan afectó a numerosos deportistas que han logrado mantener en la privacidad la repercusión que sobre su economía. Quien no pudo evitar una repercusión pública fue el ahora madridista Bernd Schuster, acusado en su momento de no declarar seis millones de pesetas. El caso dio inicio a un juicio por fraude fiscal, en el que se vio implicado, también, el presidente Josép Lluís Núñez. Ambos fueron absueltos, pero el fiscal ejerció un recurso de casación ante el Supremo, situación en la que se haya el caso actualmente. Hacienda también llegó a requerir por impago al técnico Menotti y al jugador Quini, por cantidades no declaradas durante su estancia en el Barcelona.

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