Andreotti propone la creación de un banco mundial para la conservación del ambiente

El presidente del Consejo italiano, Giulio Andreotti, ha propuesto la creación de un "banco mundial para la conservación del ambiente" durante un congreso celebrado por la fundación internacional Nova Spes y presidido por el cardenal Franz Koenig, ex arzobispo de Viena y el hombre del diálogo vaticano con los ateos.

La idea sugerida por el presidente del Consejo de Ministros italiano, Giulio Andreotti, de crear un banco del medio ambiente va más allá de la creación de una entidad para financiar actividades de protección y recuperación de zonas en peligro. Propone también la promoción del desarrollo dentro de un contexto que tenga en cuenta la defensa de la naturaleza.Andreotti ha especulado también con la posibilidad de promover una especie de "jurisdicción internacional bajo la autoridad de las Naciones Unidas" para la defensa de las arcas que podrían llamarse "lugares comunes planetarios", subrayando la urgencia de que todos los países empiecen a recoger datos para llegar a "un conocimiento objetivo" del estado del planeta Tierra. Todo ello, según Andreotti, podría conducir a la creación de un verdadero "derecho internacional sobre el ambiente".

Subordinado al hombre

El congreso, organizado por Nova Spes en Roma, trataba el tema Hombre-ambiente y desarrollo. El tema de fondo lanzado por el cardenal Koenig -que fue junto con el cardenal Agostino Casaroli, un personaje clave del progresismo conciliar y el hombre de la ostpolitik vaticana, abriendo el diálogo con los países comunistas del Este- es que para que la humanidad pueda preguntarse hoy qué ambiente desea y cómo debe defenderse y programarse para el futuro es necesario responder cuanto antes a la pregunta de qué tipo de hombre queremos construir.Para la asociación Nova Spes existe una verdadera interacción entre el hombre y el ambiente de la que no puede prescindirse sin el riesgo de degradar ambas realidades. No es posible, dicen sus fundadores, pensar en una defensa del medio ambiente olvidándose de que debe estar subordinado a las exigencias y a la nobleza de su principal inquilino, el hombre, es decir, de sus exigencias, de sus gustos, de sus aspiraciones, límites y capacidad de pensar en el infinito.